Un recorrido por la memoria

Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 183 LLEGAN LOS TANQUES El último gran intento aliado de romper las líneas alemanas se produjo el 15 de septiembre en la Batalla de Flers-Courcelette. La ofensiva fue realizada por once divisiones británicas (nueve del IV Ejército y dos de la reserva formada por soldados canadienses) a las que se unieron posteriormente cuatro destacamentos franceses. Flers-Courcelette es recordada hoy en día especialmente por ser el primer combate en que participó la nueva arma secreta británica, el carro de combate (conocido también por el nombre en clave de la época, tanque). Al contrario que los modelos actuales, los primeros tanques eran vehículos extremadamente lentos (3,2 km/h) y armados con dos cañones menores similares a los de la artillería convencional. Más que capacidad ofensiva, lo que se había demandado durante su construcción era protección contra las mortíferas ametralladoras alemanas y movilidad en un terreno plagado de trincheras, alambradas de espino y cráteres de impacto. Capacidad, en definitiva, para encabezar el asalto a las líneas enemigas mientras la infantería se protegía detrás suyo. Sin embargo, los tanques no fueron tan fiables como en principio pudiera parecer, ya que seguían siendo vulnerables a la artillería pesada, sufrían constantes fallos mecánicos y quedaban prisioneros de los obstáculos más grandes. De hecho, sólo 21 de los 49 tanques disponibles el 15 de septiembre de 1916 llegaron a entrar en combate, y la decisión de usarlos le valió no pocas críticas a Douglas Haig, a quien se acusó de mostrar el arma secreta demasiado pronto como para elevar su rendimiento hasta límites más aceptables. A pesar de esto, el impacto (tanto psicológico como real) sobre las filas alemanas y el curso de la guerra fue notorio. La recién llegada 41ª División, apoyada por el tanque D-17, capturó la población de Flers, mientras que la División Neozelandesa del XV Cuerpo Británico hacía lo propio con las líneas alemanas situadas junto a la ciudad. En el flanco izquierdo, la 2ª División Canadiense tomó Courcelette tras una dura batalla en la que también participaron tanques. Y finalmente, los carros de combate posibilitaron asimismo la captura definitiva del bosque alto de Bazentin, aunque fuese de forma indirecta: los vehículos no pudieron penetrar entre la densa masa de árboles, pero al cumplir sus objetivos en los laterales del bosque, forzaron a los alemanes a retirarse de él por miedo a quedar acorralados, permitiendo así su ocupación por parte de la 47ª División Londinense. Tras varios meses empantanados, los soldados aliados conseguían en unos pocos días la captura de más de 4 km de la tercera línea alemana, si bien es cierto que no se lograron todos los objetivos planeados. El Cuadrilátero, una posición fortificada al este de Ginchy, fue capturado el 18 de septiembre y el 25 de ese mes cayeron las poblaciones de Gueudecourt, Lesbœufs y Morval, esta vez sin la participación de los carros de combate.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTMxMjYy