Viaje por Alsacia y ruta romantica

150 Meersburg Una de las ventajas de viajar con GPS es que puedes viajar “a ciegas” sin necesidad de ir mirando mapas y carteles cada dos por tres. No queremos decir con esto que no se necesiten las cartografías de papel pero el navegador TomTom es más eficiente y rápido que cualquier mapa por muy bueno que sea. Salvo esos infrecuentes momentos en los que se vuelve loco por las anomalías de los satélites, he de decir que, al menos para mí, es un aparato imprescindible si se viaja por el extranjero. Esto viene a cuento porque las coordenadas que nos bajamos en su día de Internet son tan válidas que nos dejan en la misma puerta del Área de autocaravanas de Meersburg sin necesidad de callejear ni buscarnos la vida dando vueltas por el pueblo. Perfecto. El área de Meersburg es un parking de pago situado en la parte altísima de la ciudad con una capacidad para unas 40 ó 50 autocaravanas (así a groso modo). No tiene ningún servicio y el precio es de 3€ la noche. A escasos 150 metros hay otra que sí dispone de servicios pero que está llena. Es imposible aparcar. Abajo os ponemos las coordenadas de ambas. Para los que no llevéis GPS: la calle en la que están las dos áreas es la Am Wattenbergstrasse y está en la parte más alta de Meersburg. La ciudad se encuentra a orillas del Lago Constanza, igual que Lindau y es un pueblo lleno de cuestas agotadoras. Bajar desde el parking es de lo más gratificante que a uno le puede ocurrir a estas horas ya que es cuesta abajo, otra cosa será subir, ya os contaremos después. Y es que en realidad Meersburg son dos pueblos en uno. Una parte muy arriba y otra parte muy abajo. Un gran desnivel entre el casco histórico y el puerto unidos por una empinada calle que para sí la hubiese querido Bahamontes en su periplo por el Tour de Francia a finales de los 50, la Steingstrasse. (Meersburg. Marktplatz) Bajando por la Daisendorferstrasse entramos al casco histórico y llegamos a la Marktplatz. De la Marktplatz de Meersburg, la cual forma parte de la ciudad alta (Oberstadt), se puede decir que en sí misma es una postal de casas burguesas, todas ellas decoradas en sus balcones y ventanas con cientos de geranios rojos que contrastan con los pálidos tonos de algunas fachadas. Otras, como la del Hotel Löwen, son de un rojo llamativo y están cubiertas por una tupida enredadera. Frente a éste está el Hotel Gasthof zum Baren, un edificio adosado a una de las puertas de

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