Viaje por Alsacia y ruta romantica

18 Lunes 6 de agosto de 2007. El sol se cuela por la única rendija libre del oscurecedor de nuestra ventana y consigue despertarnos. Son las 8:00h de la mañana y el día es perfecto a las faldas de la Duna de Pilat, aunque la noche ha sido lluviosa y especialmente ruidosa por el trasiego de coches a gran velocidad hasta altas horas de la madrugada. Al estar tan cerca de una carretera muy transitada, y además ser domingo por la noche, teníamos todas las papeletas para el sorteo de una noche toledana. Y así ha sido, todos los aquí durmientes hemos sido los agraciados. La chavalería nos ha deleitado saludándonos con largos y sonoros toques de claxon cada vez que pasaban frente a nosotros. Y así hasta las tantas, uno detrás de otro, como en procesión. Y no se cansaban. Serán cosas de la edad, supongo. Después del palizón kilométrico de ayer hay que reponer fuerzas y nada mejor que un buen desayuno para entonarse un poco. El plan de ruta de hoy es simple pero intenso: salir después del desayuno hacia Oradour y ver el Pueblo Mártir. Muy corto pero muy emotivo. Pues dicho y hecho, no lo pensamos dos veces y más temprano que de costumbre nos ponemos en camino rumbo a Oradour. Algunos tramos de carretera por las que nos lleva el TomTom no son muy recomendables por el insufrible estado del asfalto y porque, yo en particular, odio las rotondas y este es un trayecto donde las hay por decenas, pero es lo que hay. Paciencia pues. Nos llama la atención la gran cantidad de siluetas negras simulando personas colocadas en los arcenes de las carreteras que nos llevan a Oradour; hemos podido saber con posterioridad que representan a las personas que en ese punto perdieron la vida en accidente de tráfico, una figura, un muerto, hay curvas donde se ven hasta cinco siluetas, es otra forma de recordar que se debe ser prudente al volante. Tras pasar entre otras ciudades por Burdeos y Angoulême (donde pillamos un atasco de algo más de media hora) nos presentamos en nuestro destino a las 13:00h. Oradour sur Glane Encontrar el parking del Museo de la Memoria no es nada complicado. Tanto si se entra por un lado del pueblo como si se entra por el otro, está perfectamente señalizado. Está bastante lleno pero no completo por lo que tras dar una vuelta por la calle exterior del parking, sin ningún problema conseguimos aparcar. Cuando se decidió levantar de nuevo la villa de Oradour-sur-Glane, se pensó hacer un Oradour totalmente nuevo junto al Oradour arrasado, de esta forma se conseguiría dejar tal y como quedó aquel 10 de junio el Oradour original. Por ese motivo, tan sólo unos metros separan al nuevo del viejo, de hecho, desde una de las calles que circunvala el pueblo nuevo, pueden verse ambas villas a la vez, una frente a la otra. Se puede aparcar también en el área de AC’s que hay a las afueras del pueblo nuevo pero hay aproximadamente 1.5 km de distancia entre ésta y la Villa Mártir. Que cada uno decida lo que más le convenga. Nosotros decidimos aparcar aquí, ver esto primero y posteriormente desplazarnos hasta el área para pernoctar allí. Una vez posicionados, hacemos acopio de la información que traíamos de España (proporcionada vía correo ordinario por la Oficina de Turismo de Oradour), cogemos las cámaras de fotos y nos dirigimos al Centro de la Memoria, que se encuentra a la derecha del parking y antes de la entrada al Pueblo Mártir. Este museo, que fue inaugurado oficialmente por el Presidente de la República francesa Jacques Chirac el 16 de julio de 1999, fue creado a petición de las familias de las víctimas como homenaje a sus seres queridos. La visita al museo es imprescindible antes de entrar a ver las ruinas de la villa ya que resume la historia de la guerra, la de aquel fatídico día y la de los juicios posteriores. El precio de la entrada es de 7€ los adultos y gratis para los menores de 10 años. De 10 a 18 años pagan 5€. Javi tiene ya 11 pero el taquillero nos hace un guiño y pasa gratis. El dinero recaudado es utilizado para mejorar las instalaciones del museo y continuar con los estudios bibliográficos. Que quede claro que no es obligatoria la entrada al museo para poder ver el Pueblo en ruinas ya que la entrada a este último es totalmente gratuita. La persona que nos dispensa las entradas habla perfectamente castellano y nos proporciona la historia de la masacre de Oradour-sur-glane en cuatro folios escritos en español.

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