Viaje por Alsacia y ruta romantica

30 A partir del puente, la visión del lago es mágica. Rodeado de acantilados como el Mont Veyrier y de edificios históricos como el Casino Imperial, discurre esta “atracción” que consigue congregar a millones de turistas cada año. Este lago, premiado como el más limpio de Europa, posee desde 1950 un colector de aguas residuales que permite depurarlas con una calidad tal, que todos y cada uno de los habitantes de Annecy, pueden beberla directamente de los grifos de sus casas. En una de las fuentes públicas que hay en este parque podemos comprobar la fama de sus aguas. Son las 13:00h y ya llevamos por aquí casi cuatro horas. Es el momento de ir acabando la visita. El cielo se torna cada vez más gris y amenaza lluvia. Atrás dejamos el Pont des Amour y el Tiovivo de madera que hay al final del Vassé y nos vamos camino de la autocaravana. Antes de salir de los Jardines de Europa empieza a caer el diluvio universal. En las taquillas de los barcos que surcan el Lago conseguimos resguardarnos durante mas de 15 minutos. Tenedlo en cuenta por si os pasa lo mismo, acordaros de la caseta aunque no creo que os llueva tanto como a nosotros, es imposible. Cuando la tormenta amaina un poco decidimos salir de allí. La distancia al parking es de unos 10 minutos bordeando el lago, pero a medio camino vuelve de nuevo a diluviar lo que provoca que lleguemos completamente calados aun llevando los impermeables y los paraguas que habíamos cogido esta mañana. Dejaremos a un lado cómo quedó el suelo de la autocaravana porque es fácil de imaginar, la moqueta absorbió unos pocos litros de agua. Con la calefacción puesta para secarnos más rápido, y para que se seque un poco el piso, nos cambiamos de ropa y comemos algo ligero para salir cuanto antes hacia Besançon, aunque nuestro deseo sería quedarnos aquí un día más, pero no puede ser, y es que de Annecy nos llevamos la más grata de las impresiones que uno puede imaginarse. Un lugar limpio, pequeño y encantador donde perderse y olvidarse por unas cuantas horas del mundo que nos rodea. Un lugar al que volveremos para comprobar si es cierto que de noche es aun más mágico que de día. Difícil lo veo. Ya lo contaremos. Salimos de Annecy y paramos en un Auchan para cargar gas-oil. Por error me meto en los surtidores que sólo funcionan con tarjeta. Yo no me doy cuenta. El gasoil no sale y una insistente voz metálica de una señorita muy educada me dice algo en francés (por lo visto me pedía la VISA). Pasan dos minutos hasta que un italiano me saca de la duda. En un perfecto italiano me explica lo que ocurre. La sonrisa ladeada del simpático colega me hace pensar que se está descojonando por dentro. Subsano el error retrocediendo y entrando en los surtidores de pago en efectivo. El italiano se despide con un arrivederci irónico. Cachondo él. Cogemos de nuevo la carretera y ponemos rumbo a Besançon a las 14:10h. Varias curvas por carreteras montañosas y unas cuantas rotondas de las que me vuelven loco, consiguen dejarnos en la autopista que nos llevará a nuestro destino. Nada más entrar en ésta, comienza de nuevo a llover. Por momentos la lluvia es torrencial, lo que nos obliga a reducir considerablemente la marcha. Llegamos a Besançon a las 18:30h. Junto a la oficina de turismo vemos las indicaciones de un parking para autobuses. Tras dar un par de vueltas sin conseguir encontrar el dichoso lugar, optamos por meternos en un parking de pago muy cerca del casco histórico, la entrada al mismo está en el Pont de Bregille y junto al río Doubs. Abajo os ponemos las coordenadas. Durante el mes de agosto es gratis desde las 19:30h hasta las 9:00h por lo que decidimos quedarnos allí a pernoctar. Unos pocos coches y una camper italiana van a ser nuestros compañeros esta noche. Para situarnos un poco en el lugar, nos vamos a dar una vuelta por los alrededores pero pasados 10 minutos tenemos que desistir del paseo porque de nuevo vuelve a llover. Cada vez cae con más fuerza y tenemos que regresar corriendo a la autocaravana como alma que lleva el diablo. La lluvia ya es como de la familia, pero de esa familia que no deseas que venga a casa porque es sábado y se juega un Atleti-Real Madrid por la sexta y lo quieres ver solo en casa. Pues de ese tipo de familia. Creo que me entendéis. A las 19:45h y ya secos de la manta de agua que nos ha caído, nos disponemos a cenar cómodamente. La tarde se ha cerrado por completo y ya es prácticamente de noche. Antes de acostarnos, en un canal francés vemos las previsiones metereológicas para mañana. ¡Lloverá en casi toda Francia! Llamamos a casa y hace un tiempo maravilloso. Empiezo a maldecir haber adelantado 15 días el viaje. Son ya tres días sin parar de llover. Paciencia.

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