Viaje por Alsacia y ruta romantica

47 Capítulo 7 Sábado 11 de agosto (Kaysersberg – Riquewihr Riquewihr – Ribeauvillé Ribeauvillé – Obernai, 61 Obernai, 61 km) A las nueve y media ya estamos en marcha. El día está como de costumbre, penoso; está muy nublado y amenaza lluvia. Salimos del área de Camping-car y nos dirigimos a Riquewihr, nuestra próxima parada. No hemos recorrido ni 2 Km cuando el TomTom nos manda por un extraño camino de cabras que suponemos irá a dar al lugar que queremos ir, pero por el cual me niego a pasar. Allá a lo lejos vemos cómo la carreterita en cuestión serpentea por los cerros repletos de viñas en espaldera. Retornamos a la carretera sin hacer caso al navegador y pasados otros 2 km le viene la inspiración y se centra en su trabajo. A las 10:00h entramos al parking de Riquewihr. Tiene delito perderse en 6 Km que separan Kaysersberg de aquí. El parking no es un área de Camping-car como tal. Hay habilitada una zona para autocaravanas donde caben unas 8 ó 10, no más. En el resto del parking está prohibido aparcar, es sólo para coches. Que el parking tenga una placa de un metro cuadrado de prohibido aparcar en la zona de coches no quiere decir que en Italia sepan lo que significa, entendámonos. El caso es que dos autocaravanas italianas se la pasan por el arco de Constantino. Incluso han pernoctado allí. Se nota, sobre todo en la cara de sueño de sus recién levantados moradores. Mientras, en las autorizadas sólo estamos nosotros y unos alemanes. Pura contradicción. Crítica irónica aparte, el parking dispone de una zona con rejilla para descargar aguas grises y un borne para cargar agua y vaciar el químico. Me temo que la maniobra de carga y descarga no será nada fácil, sobre todo como el parking esté lleno de coches, el espacio es minúsculo. El borne (que no usamos) y el parking son de pago. Para las cinco primeras horas se pagan 2€ y quiero recordar que 4€ para pernoctar. De esto último no estoy muy seguro. Cambiando de tercio, la distancia hasta el pueblo es mínima, no hay más de 100 metros, no hace falta coger el bús. Riquewihr Población rodeada de viñas, casas viejas impecablemente cuidadas, museos donde se conservan las herramientas de labores vinícolas, labranza y artesanía de varios años atrás, tiendas donde se puede degustar el riesling, un vino que viene cultivándose en la zona desde hace siglos y que es de origen alemán, una muralla que defiende al pueblo parcialmente… Todos estos atractivos, y muchos más, son los que tiene Riquewihr. A eso hay que unirle que sigue siendo una pequeña villa (por aquí lo llaman Aldea) de unos 1.200 habitantes y que en unas dos horas, puede verse sin dificultad. Pues bien, a pesar de todo esto, por lo visto, a algunos alsacianos lo único que les parece este lugar es una desagradable trampa llena de turistas (no es una impresión nuestra, es lo que hemos leído) al cual despreciar dándole una patada, suponemos que en sentido figurado, aunque el belicismo se llevó mucho por aquí durante décadas. Y nada de eso es lo que a nosotros nos parece. Al cruzar la puerta sobre la que se asienta el Hotel de Ville (Ayuntamiento) y luego ver el resto del pueblo, la sensación que nos queda es bien distinta; es la de un lugar muy interesante y nada “tramposo”, eso sí, muy turístico, como casi todo por aquí, no en vano Riquewihr es la quinta localidad más visitada de Francia. Por algo será. Como ya hemos dicho antes, se accede a través del Ayuntamiento, más concretamente por un arco que forma parte de su estructura. La Place Voltaire es el inicio de la visita a este pintoresco lugar. Os vais a sorprender cuando os digamos dos de las cosas que no faltan por estos pagos

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