Viaje por Alsacia y ruta romantica

96 forma parte de la leyenda. El conde, cabreado como estaba por la resistencia del pueblo, decide matar a cuatro concejales para dar un escarmiento. Después de súplicas y ruegos, y como gesto de buena voluntad, el bodeguero le ofrece un regalo que resulta ser decisivo: una copa de vino. Titty moja sus labios en la copa de vino de Franconia y al hombre le sabe a gloria. Entonces lanza a los vecinos una propuesta disparatada, se siente generoso a la vez que confiado: si alguien es capaz de beberse una jarra de 3 ¼ litros de vino de un solo sorbo, la ciudad será perdonada. Nusch, el alcalde de Rothenburg, acepta el reto y se pone manos a la obra, en este caso, manos a la jarra. Empina el codo como si no costara y de un “trago magistral” (Meistertrunk) salva a su pueblo al cumplir la consigna de Titty. De cómo quedó el alcalde no hay dato alguno que refleje su estado, aunque hemos de suponer que para conducir no estaba. Desde entonces, al regidor del pueblo se le llama “Maestro bebedor”. En la planta baja de este edificio se encuentra, en la actualidad, la oficina de Turismo. (Rothenburg O.D.Tauber. Imágenes de la representación del Meistertrunk con la Marktplatz llena) En la plaza también se encuentra la fuente de San Jorge, la más bonita de la ciudad. La decorada columna que se alza desde su parte central, está coronada por la figura ecuestre de San Jorge matando al dragón. En la antigüedad, la fuente tenía 8 metros de profundidad y se usaba para apagar incendios. En este mismo lado de la plaza, detrás de la fuente, hay otros dos magníficos edificios de entramado: La casa de baile y carnicería y la Jagstheimerhaus. La primera se levantó sobre el viejo ayuntamiento de la ciudad que en 1240 fue pasto de las llamas. También se usó como salón de baile durante las fiestas patronales y hasta el siglo XVIII como matadero local. En la actualidad, los pintores locales venden sus obras en los bajos del edificio. El segundo edificio, y el más bonito y mejor conservado, es la Casa Jagstheimer (Jagstheimerhaus), que cuenta con un bonito mirador a la Herrengasse y a la Plaza del mercado. Es de 1488 y fue mandada construir para sí por el entonces alcalde Jagstheimer. Actualmente es de propiedad privada y en su planta baja está la Marien-Apotheke (farmacia). Esta casa está considerada como una de las más bellas de Rothenburg. Frente al ayuntamiento, en el nº 6 de la Obere Schmiedgasse está la Baumeisterhaus (Casa del Arquitecto), una casa de 1596 construida en su día para el arquitecto de la ciudad. Su fachada renacentista está decorada con las estatuas de las Siete Virtudes en su primera planta y por las de los Siete Pecados Capitales en la segunda. El Restaurante Wein y el Café Conditorei han dado un uso más recreativo a este curioso edificio. Si os dejan pasar sin tomar nada, no os perdáis el patio interior del café todo lleno de balaustradas y galerías; y si os decidierais a tomar algo, disfrutaréis más cómodamente de la belleza interior de este edificio. Para terminar con la Marktplatz lo mejor es sentarse en cualquier terraza de los varios restaurantes que hay en ella y deleitarse con el momento. Con una típica cerveza alemana en vuestras manos echad un vistazo a vuestro alrededor y preguntaos si merece la pena haber llegado hasta aquí. En nuestro caso no hay dudas: SI.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTMxMjYy