Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 20 Al igual que El Corte Inglés, nosotros también tenemos una semana especial, aunque en nuestro caso son tres. Al contrario que estos famosos grandes almacenes, no es “Fantástica”, ni hacemos ofertas 2 x 1, ni promociones, ni siquiera vendemos productos de marca blanca ofertados hasta darlos casi gratis, no. Nuestras tres semanas “Fantásticas” consisten en que al arrancar el motor de la autocaravana, las agujas de nuestros relojes quedan totalmente paralizadas y el control del tiempo se torna trivial ausentándose de nuestras mentes minuciosamente programadas. Disfrutar es el único fin de los próximos días, dejando a un lado los agrios menesteres que enturbian nuestras vidas en el caótico quehacer diario e introduciéndonos en un paraíso de evasión absoluta cuya principal fisonomía son los ríos, lagos, valles, palacios, castillos, casas de cuento y callejuelas recónditas que vamos a visitar. Estoy seguro que la perfección reflejada en las fotografías deslumbrantes y embriagadoras que nos muestran las guías de viajes se verá aumentada cuando podamos estar in situ en todos y cada uno de los lugares que vamos a ver; son esos matices que únicamente pueden captarse por la presencia de nuestros cinco sentidos, sumidos en la más extrema desinhibición. Tras un año muy duro en lo personal, nos disponemos a partir en dirección a Francia para olvidarnos de casi todo: siempre hay excepciones. Son las 11:00h de la mañana de un día que ha amanecido muy caluroso. Cuando el termómetro ya marca 29º partimos cargados de ilusiones, de las mismas ilusiones de siempre, de las mismas con la que iniciamos nuestra singladura en el 2006; es nuestro cuarto viaje a Europa en autocaravana: todo un placer para alguien que siempre soñó con vivir estas experiencias. Por cierto, no nos hemos presentado. Somos Inma, mi mujer; Javier, nuestro hijo de 13 años, y yo, el que os martiriza con tantas letras y fotografías y hace que os gastéis un pastón en folios y tinta para la impresora, José. Somos una mezcla de germanomadrileños-castellano-manchegos que disfrutamos como locos cada vez que podemos subirnos en nuestra autocaravana a viajar por donde sea, lo importante es viajar, aunque sea al Mar de Ontígola. Y lo hacemos en nuestra Challenger Eden 312 del 2006 que está nuevecita ya que apenas le damos uso, eso sí, cuando podemos disfrutarla lo hacemos a lo grande. Nuestro objetivo para hoy es devorar carretera e intentar llegar de noche a la Duna de Pilat, nos gusta el lugar y, aunque son casi 800 kilómetros, merece la pena. En Madrid, cogemos la A2 al dejar la M50 y sin ninguna contrariedad, y tras almorzar en Burgos, llegamos a San Sebastián pasadas las 19:30h. A pocos kilómetros de Irún cargamos gasoil en la misma gasolinera de todos los años. El precio de 0,97€ el litro seguro que aumentará de manera considerable cuando entremos en tierras francesas. Hay que aprovechar. Pasada la frontera, seguimos la ruta por la N10 y a las 22:00h llegamos a nuestro destino. El parking de la Duna de Pilat está bastante ocupado en la zona de pinos, pero en la de asfalto hay varias plazas libres. Es un buen sitio para iniciar nuestras vacaciones.

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