Desde el Rif Marroqui a los Alpes Ponticos

53 A los requerimientos de la reina que le cuenta al rey la misma historia de José del Antiguo Testamento: que me tira los tejos y yo soy muy decente y te lo digo a ti que eres mi marido. Este, en defensa de su honor tiró al prisionero por una torre y la reina pudo así soportar su orgullo herido. A la subida unos muñecos mecánicos representan la historia. Lo cierto es que se divisa un paisaje soberbio, que el castillo es precioso, y que después nos vamos a Arbanasi que para eso es monumento de la Humanidad; todo el conjunto, las iglesias, las casas, los hoteles. Pero a mi me interesa ver el pequeño monasterio que descubrimos el año pasado y de bonito y con sus pinturas tan espectaculares merecía una segunda visita. Me refiero al Monasterio de la Santísima Trinidad restaurado en 1850; todo Arbanasi es un museo precioso y rural, que este año compartimos con un matrimonio francés que se nos pegaron, al tener un parrafillo. Comida en restaurante de carretera, llegamos a Madara para ver el caballero. Enrique sube la escalera de 400 escalones y yo unos poquitos me espero sentada en un escalón, ya no doy para mas, Enrique hace las fotos, y yo solo logro ver la figura del Caballero en la montaña esculpida, de hecho es un bajorrelieve pero me decepciona, Enrique recorre solo las grutas, el Castillo y el Monasterio. La escultura se hizo en la roca, se cree que alrededor del siglo VIII, la esculpieron los antiguos búlgaros, con el fin de ensalzar las hazañas de Khan Tervel, hay varias inscripciones alrededor del monumento, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, representa un caballero con un león y un perro. Está situado a 23 metros desde lo mas bajo de la pared montañosa y es inexplicaba como lo pudieron hacer. Caballero de Madara

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