piden la cartulina decimos que no la tenemos y siempre hay alguien que te pasa la suya
y tu le das 3 liras 50 que vale el billete de los
dos
Como no sabemos donde se comprar, subimos al bus y siempre hay algún autóctono
que te deja su cartulina y le das el dinero ,algunos se aprovechan y en lugar de tres liras
los dos, que es su precio ,te cobran cuatro, pero es mas cómodo
Callejeando hemos comido en un restaurante, en el que todo picaba, la ensalada, el
kebab de Adana, favorito de Enrique, con yogur, el pollo y la guarnición, a mi me
encanta lo que pica, pero esto ya era demasiado, no me ha gustado excepto el precio
unos 6 euros por barba.
Hemos comprado unas cerezas que pesaba cada una medio kilo, queso de calamar,
como yo le digo, pues parece tiras de calamares crudos, sandia y esas natillas tipo
Maicena quemadas que me encantan y que solo hacen en Turquía
Al ir a Correos, pàsamos por una tienda de gorras, en la puerta hay un señor, yo algunas
veces flipo con las cosas de Enrique, y le pregunta ¿Ud. es ladino? Y el otro le responde
en perfectísimo castellano, que si, que como lo sabia Enrique, lo ha intuido porque
tenemos muchísimos amigos judíos, pero lo sorprendente es que, el señor hablaba un
castellano actual, no medieval ,y al preguntarle Enrique, le ha dicho que la comunidad
judía de Estambul, hablan todos un perfectísimo castellano, aunque todos sean
serfaditas
Por la tarde hemos ido dirección Gran Bazar o Kapali Carsi, pero no al bazar, sino
andorrear por sus callejas donde el turismo no llega por las prisas, y hemos entrado en la
mezquita próxima a el Bazar, recorriendo el maravilloso cementerio con tumbas de
primero del siglo XIX que son una belleza
Hemos buscado un antiguo ciber donde solíamos ir, pero ha cerrado, no se si
definitivamente o por el horario de Ramadán
