artilugio, no es valido para llenar nuestras bombonas porque la pieza que se introduce a
presión no es valida , así que nueva desilusión, damos las gracias por el interés del
grupo de hombres que se han acercado para ayudar, y de paso cotillear nuestro vehiculo
y a nosotros, nos vamos, pero Bajed nos dice que posiblemente en Yeresvan
encontremos la solución
He pensado que sino podemos, comprar una bombona en Turquía y una cabeza turca y
así saldremos del apuro
Nos lleva a ver los monasterios Haghartzin y Goshayank situados en el valle de río
Aghsteya.
El monasterio de Goshayank situado en la zona rural de Gosh, de ahí su nombre, en él
hay dos iglesias, una dedicada a la Santa Madre de Dios, su nombre es el de su
fundador que era jurista, teólogo y fabulista
En la actualidad no se desarrolla en el ningún tipo de plano religioso, estuvo activo
hasta el siglo XVI , este monasterio en su traducción ,”el que no tiene barba,” el
barbilampiño ,la leyenda atribuye que su fundador era un hombre guapo ,hermoso, con
rasgos femeninos y por ello se retiraba a vivir en los bosques acudiendo al monasterio
solo cuando era necesario, en su entorno, hay varias tiendecitas de recuerdos ,entre ,los
mas usuales ,son unas granadas en madera para colgárselas del cuello, siendo este fruto
un símbolo armenio, pero no vi. ni una sola granada para comer, sin embargo a la vuelta
los carrillos callejeros, sustituían las sandias por zumos de este fruto en Turquía.
Después a Haghartzin su fecha de construcción en el 1281 situado en la provincia de
Habuz y de allí, atravesando túneles y por una carretera bastante mejor, llegamos al lago
Sevan a 1.900 metros de altura, este lago es el Mar Armeno, fue el lugar escogido para
dormir, algo que al llegar me mosqueó porque estaba lleno de gente, vendedores de
frutos silvestres, chiringuitos con música ,restaurantes ,y ante mi queja a Bajed ,me dijo
que por la noche seria silenciosísimo, llevaba razón ,a la puesta de sol, la gente empezó
a marcharse, después de desfilar todo el mundo, pero todo, todo, a mirar por fuera
nuestro vehiculo, si hubiera cobrado un dracma por enseñarla, me hubiera pagado el
