Cuenta la leyenda que cuando Roldán estaba a punto de morir en Roncesvalles
y con el fin de que su espada no cayera en manos de los vascones la lanzó al aire y esta
llegó hasta Rocamadour
donde quedó clavada en la
roca (un poco exagerada pero
así cuenta la leyenda).
Un nuevo ascensor
nos dejó en la zona del
pueblo,
encantador,
con
multitud de tiendas y bares
donde
tomar
algo.
Recorriéndolo el tiempo se pasó enseguida y para cuando nos dimos cuenta ya era la
hora de volver
La vuelta la hicimos con el ascensor y el funicular acordándonos de aquellos peregrinos
que para completar su peregrinación subían de rodillas los 216 peldaños de la escalera
que hay desde el pueblo hasta la zona de las iglesias
Coordenadas:
Base de loisirs Gourdon: 44º 44´ 59” N – 1º 22´ 45” E
