Domingo 5 de agosto; 2ª etapa:
Castillo de Hautefort (116 km.)
Por la mañana, sin prisas, nos dirigimos a Sarlat para dar una vuelta. Si de noche
había gente y animación, de día
había aún más y estaba aún más
llena de artistas callejeros. Las
calles de Sarlat están llenas de
tiendas y restaurantes por lo que
pasear por ellas resulta muy
agradable y entretenido, aun más
haciendo, como hacía, una buena
temperatura.
Después comer, tras una
cortita siesta, nos dirigimos a
Hautefort, castillo situado a 58
km., famoso por sus jardines. El
tiempo, que se había mostrado
estupendo hasta entonces, hacia el
mediodía se empezó a nublar
transformándose en llovizna para
cuando llegamos a la fortaleza.
El castillo sufrió hace no muchos años un incendio que prácticamente lo
destruyó, pero una buena restauración lo ha vuelto a dejar como nuevo. A la entrada te
entregan un cuaderno con las explicaciones en castellano con las que no tienes ninguna
pega para enterarte de todo. Se visitan unas 14 habitaciones bien amuebladas. El paseo
por los jardines que rodean al castillo es muy agradable, aunque los dibujos florales de
los jardines tipo francés se aprecian mucho mejor desde arriba (las fotos sacarlas por
una ventana del castillo). Hay otros jardines, tipo inglés, por los que se debe pasear muy
a gusto, sobre todo cuando hace buen tiempo. Pero como hacía malo y encima era tarde,
(para salir nos tuvieron que abrir las verjas del parque del castillo porque se había
pasado el horario de visitas) no los visitamos.
