Nos levantamos temprano, la noche ha sido lluviosa, pero se ha descansado bien.
Paseo al perro hasta la duna, es inmensa, me hago una idea de cómo debe ser el desierto con
miles como esta, de subida oímos a los cucús, yo nunca los había oído antes, es impresionante
en medio del silencio el canto de estos pájaros, después de desayunar las chicas quieren ver la
duna, así que camino de nuevo hasta ella hacemos las fotos de rigor y nos ponemos en marcha
sobre las 10:30 hacia Besançón, y ahí empieza nuestro calvario personal.
Cosa que no deben hacerse:
•
Etapas demasiado largas
•
Marcarse hora de llegada
•
No parar las suficientes veces
•
Tener perro
Cosas que hicimos:
•
Llegar hasta Besançón a fuerza de cabezonería(cerca de las 22:00 horas)
•
No tener un plan alternativo
•
Parar a destiempo y para cosas superfluas
•
Tener que parar para sacar al perro
Que ocurrió:
•
Que nos enfadamos
•
Que nos costó horrores encontrar un aparcamiento
•
Que dormimos “mosqueados” en un aparcamiento poco recomendable
•
Que estábamos rendidos
•
Y al final no disfrutamos del viaje que es de lo que se trata.
Bueno hasta aquí nuestra “Personal Pasión” de hoy, mañana veremos Besançón.
Día 3º; domingo 5 de abril.
Besançón
Ya os conté la odisea del viajecito de ayer, pero se me olvidaba un argumento más para estar
más “
mosqueado que un pavo en Nochebuena
” una lucecita roja que aparecía junto con su
alarma sonora en el cuadro del coche; no sabía que era, menos mal que se apagaba y tardaba
bastante en salir de nuevo. En fin a la mañana siguiente y con más calma, vimos que era el
nivel del anticongelante, rellenamos de agua y sin problemas de momento. Sacamos la
ac
de
allí y aparcamos en uno de los muchos párquines que hay en la orilla derecha del Doubs
