Por la mañana lo de siempre, sacar al perro, desayunar y salida del camping hacia el pueblo,
Eguisheim tiene un aparcamiento a la entrada donde se puede pernoctar pero no tiene ningún
servicio , no tiene pérdida, la carretera os lleva derecho a él, es de pago 2€.
Nuestro primer contacto con Alsacia supera todas las expectativas, estamos en el pueblo de un
cuento de hadas, la arquitectura de la villa está cuidadísima y las casas parece que las acaban
de sacar de alguna caja para regalos. Las calles son concéntricas a un eje principal que es la
plaza donde se encuentra la estatua del Papa León IX, nacido esta villa. Hay varias bodegas
donde se puede comprar vino de Alsacia, las tiendas de suvenir están por todas partes
ofreciendo casitas típicas alsacianas y cigüeñas, no olvidemos que es el pájaro estrella de estas
tierras. La cerveza alsaciana también es típica y por supuesto está a la venta en todos los
comercios.
Casa típica alsaciana en Eguisheim ©Foto Ana
Terminada la visita nos marchamos hacia Colmar (7,5 Km) hay un aparcamiento de camping-
car en la Rúe de la Cavalerie, (2 €) está cerca de la Gendarmería y se encuentra a lo largo del
lado izquierdo de la calle, solo se puede estar un máximo de 3 horas. Aprovechamos para
comer antes de efectuar la visita, después de la comida sacamos el papelito del aparcamiento
y nos disponemos a descubrir Colmar.
En la oficina de turismo (Rúe Unterlinder) te proporcionan un plano de la ciudad con un
circuito marcado para visitarla, nosotros lo recorrimos completamente, resulta útil y no vas
dando pasos de ciego.
Las casas típicas alsacianas se encuentras por doquier, están como en el pueblo anterior y
como ocurrirá en los futuros perfectamente conservadas y pintadas; lo más agradable es
