Después de cambiar de tren en Lauterbrunner y en Kleine Sheidegg y tras
dos paradas en los miradores de Eigerwand y Eismeer, llegamos a
Jungfraüjoch.
Las vistas sobre el glaciar de Aletsch y los picos Eiger, Monch y Jungfrau
rodeándolo, nos hacen olvidar del cansancio y el sueño acumulados ... Y
hasta justifican el abusivo precio que hay que pagar para contemplarlo.