Rumbo a Turquía

edificios en ruinas, realmente terrible; es de noche y hay mujeres que venden cerezas en el camino, no encontramos ni un sitio donde hacer acampada así que Enrique propone lo que hacemos en Marruecos: parking de Hotel y propina al recepcionista, pero a José no le parece bien. Al final terminamos en un restaurante/puticlub, rodeados de condones usados, pero era el lugar más seguro que encontramos, delante de un lavadero “artesanal de coches”. DIA 26 Conforme vamos avanzando, percibimos la pobreza del país, Casi no hay cultivos, las casas destrozadas, venden cerezas por el camino. Al preguntarle a un señor el camino hacia Singhisoara, se porta de cine, utiliza su móvil para llamar a un amigo que habla español y éste nos indica la dirección; también me enseña que para decir gracias en fumano se dice “musulmes”; la gente es realmente encantadora. Un litro de gasoil vale 35,ooo leis, la traducción en euros, este es el tema de José que para los cambios es único, “menos de un euro el litro”; con esas cifras parece todo carísimo, pero una señora me explica que el mes que viene restan 3 ceros para ir aproximándose para cuando entren en la zona euro Llegamos a Cij Napoca y damos una vuelta para ver la ciudad; unos preciosos frescos en la catedral, pero todo desangelado y muy estropeado. Me cuelo a ver un pórtico y, al parecer, dentro hay una asociación; me ofrecen entrar ¡la gente encantadora! Cuando nos montamos en la Ac. vemos una boda y le digo a Enrique que pare, para ver a la novia, los novios nos saludan con las manos y una gran sonrisa, y se aproxima una señora que ofrece pasteles y nos acerca la bandeja para que comamos. A mi me da un apuro horrible pero Enrique coge, e insisten para que cojamos más; la novia, una chiquilla preciosa, y que conste que no por el dicho “de que no hay novia fea”

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