Rumbo a Turquía

antorchas y cánticos extrañísimos ¡Si se trata de la celebración de la Festividad de San Juan! Me parecen unos rituales que rayan en lo pagano. DIA 24 Subimos a Buda y paseamos por el Bastión de Pescadores y toda la zona del Palacio Real, etc., pues los alicantinos habían estado en Budapest, pero no lo vieron. Al bajar, José entró en un restaurante donde pienso que nos vamos a dejar el presupuesto del viaje; las mesas tenían hasta cubiertos de plata, tomamos una bebida y nos fuimos con viento fresco buscando lo popular, que está más al alcance de nuestro bolsillo. Entramos en el Centro Comercial Mamut y comimos en un Griego estupendo, que nos costó un precio razonable; los alicantinos se vuelven al camping y después de acompañarlos al metro, hasta la salida para el camping nos volvemos y recorremos los sitios que nos gustan de otras veces: puente de las cadenas, baños Gellért... DIA 25 Hacia Rumania, en lugar de ir por autopistas, vamos por carreteras nacionales, así se conoce un país mejor. Íbamos a ir a Milkosh, pero llegamos a Debrecen, por una carretera en obras que nos entretuvo un mogollón. La idea era ir primero a Satu Mare para ver el cementerio alegre y los Monasterios del Norte, pero decidimos dejarlo para la vuelta y así José podría disfrutar de baños en el Mar Negro que le hacia ilusión. Entramos por Oradea, pagamos una viñeta para circular por el país (5 euros 15 días); la policía amable y al ser la lengua rumana de origen latino, parece que nos entendemos un poco mejor, aunque con Enrique no hay problema pues contacta con todo el mundo de fábula. Una vez dentro del país se me cae el alma a los pies: las carreteras hechas una pena y los niños descalzos pidiendo; Marruecos, en sus zonas más pobres y deprimidas, son marqueses al lado de esta pobre gente. Los

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