Rumbo a Turquía

matrimonio para casarse con su amante y la llamada de atención del emperador Francisco José. El antiguo pabellón de caza, hoy convertido en Abadía, alberga a una comunidad de monjas; una de ellas nos acompañó a la capilla donde se suicidaron los amantes y nos dejó solos, recorrimos el pabellón tranquilamente y dejamos un donativo al salir. Continuamos hasta la frontera húngara; el forinto estaba a 280 por un euro, dormimos en un área. En esta ocasión he visto que Hungría no es lo que era; el país ha mejorado de forma espectacular en poquísimos años. Cena en un Mc Donals del mismo lugar de pernocta DIA 23 Llegamos a Budapest y vamos al ya conocido Camping Haller. A Maria Teresa le ha encantado por su tranquilidad y, como hemos llegado pronto, hemos cogido el mejor sitio entre los árboles y un banco para nosotros solos. Fuimos al mercado de al lado y nos aprovisionamos de fruta y verdura fresca. Hicimos la colada de tantos días en las lavadoras gratuitas y que la primera vez que las vi me sorprendieron, porque tenían una centrifugadora como el vaso de una batidora. Por la tarde nos fuimos a Pest, Mercado Central, Parlamento, Vacy utca, Sinagoga paseos a pie que me dejaron muerta. Por la noche el señor del camping nos dice que va a haber ruido, ya que se celebra una fiesta por ser la víspera de San Juan; me acerco a ver los preparativos y están haciendo una especie de caldereta en el típico caldero húngaro con trípode encima del fuego; me invitan a entrar en el recinto que pertenece a la escuela de música y danza y veo unos puestecitos donde venden objetos, hierbas y velas que me llaman la atención; sobre todo un vejete vestido de negro con un gran medallón que me recuerda al gran maestre del diablo en la película de Polansky “La semilla del diablo”. No me gusta lo que veo, hay féminas leyendo las manos y echando las cartas; decididamente no me gusta. Por la noche encienden

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