Rumbo a Turquía

restaurante donde nos volvemos a encontrar con los franceses. Bonita y apacible noche. DIA 8 Salimos de Leonidion deshaciendo el recorrido ya hecho pero las espantosas carreteras no nos permiten continuar. Llegamos a Trípoli donde no vemos nada que destacar. Atravesamos una carretera estrechísima pero con un superbellísimo paisaje y unos pueblecitos encantadores; en esta región la mitología se hace real. Hay miles de colmenas por todo el camino y tenemos que llevar las ventanillas subidas: pasamos por un pueblo que para mí que San Cristóbal apartaba los árboles para que pudiéramos pasar; me parece increíble que no nos cruzáramos con ningún autobús porque no sé qué hubiéramos hecho. Olimpia. La hemos visitado y Gracias a Dios estaba bien acondicionada y cuidada. He visto en el museo el Hermes de Praxiteles y al preguntarle a un señor (que se quejaba de que el turista viene a comer y comprar y que no visitan el museo) por la estatua de Zeus de Fidias elefantino, se emociona y nos larga una perorata de cómo desapareció y de lo malos que somos los turistas que no nos entusiasma la cultura: hablaba 6 o 7 idiomas y se ofrece a acompañarnos de forma gratuita. Olimpia está mejor cuidada que el resto y tiene la ventaja de que hay una entrada especial para los mayores de 65 años, que es el 50 por ciento de la entrada; bueno, ocurre igual por todo el país, ya que tienen unos precios con lo que no se puede visitar todo lo que te gustaría porque tendrías que empeñar la AC. Después de la visita vamos a Patras y terminamos durmiendo en un pueblo de pescadores que estaba en Fiestas y muy animado, en una paralela al mar, un sitio la mar de incomodo. DIA 9

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