Si la salida es de pocos días ni me planteo poner avance, si es verano a lo mejor el cenador plegable, si cuando llego está lloviendo, pues no pongo nada de nada y hago vida dentro de la cv, si es para una semana por ejemplo, entonces ponemos el avance completo aunque sea verano, así puedo seguir comiendo/cenando fuera aunque llueva. Si el avance está mojado cuando toca recogerlo (aún no me ha pasado) entonces lo tendría que sacar al llegar.
Para nosotros es peor el frío, si hace frío ya no hay avance que valga, no llevamos estufa, así que no hay manera de calentarlo, entonces nos puede pasar como este verano en Riaño, que estuvimos una semana, montamos el avance el primer día y lo usamos solo para comer, tanto por la mañana como por la noche hacía demasiado frío para estar a gusto, como comimos pocos días allí, pues al tercer día o cuarto día lo recogimos por la tarde cuando ya no tenía humedad y el resto de días, pues igual que cuando lo teníamos montado, por que el sol de mediodía allí no molestaba.
Esta experiencia nos ha hecho pensar si vale la pena llevárselo (el avance) cuando vamos al norte, pues cada vez elegimos sitios más frescos/fríos y quizá tengamos bastante con el cenador, que pesa menos de la mitad y se monta y recoge en un momento...