Hemos pasado unos días de agosto. El ambiente ciertamente es tranquilo y bueno para estar con niños. Tiene una pequeña granja que hace las delicias de los más pequeños y las actividades de animación y el servicio de ludoteca son de buena calidad. Las parcelas son grandes y en general bien sombredas. Justo al lado de la entrada del camping hay un supermercado bien surtido y no muy caro. La piscina se queda un poco pequeña cuando el camping está lleno. Fácil acceso a la playa (calas de Begur y Pals, principalmente) y pueblitos de interior interesantes. No obstante, algunas de las instalaciones de sanitarios dejan mucho que desear y no están a la altura de las del resto del camping; es decir, que según en qué zona te instales, tienes acceso inmediato a sanitarios de primera o de tercera. Así lo comunicamos a la dirección y no parece que tengan intención de mejorar ese aspecto. La comida del bar-restaurante también es mejorable; va bien para arreglar un día, pero poco más. El camarero es muy agradable. En cuanto al trato en recepción, digamos que es correcto y ya; para ser un camping considerado 'familiar' no son especialmente amables o simpáticos. En temporada alta, cuando está completo, no se aceptan visitas más que por una hora. El truco, no decir nada, ya que constatamos como la parcela de al lado recibía visitas cada dos días...