kraus
Caminante
2 de Octubre de 2011
Depresión postvacacional. Las vacaciones se acabaron hace más de dos meses pero siento la depresión postvacacional. Es frecuente entre mis colegas pues se acaba la jornada especial de verano y, a partir del lunes, todo el día pringado. Vuelta a las comidas de restaurante e intentar no llegar muy tarde a casa.
Además, este verano no ha habido viaje de vacaciones. La última vez que cancelamos el viaje de vacaciones fue en 1985. Pero este año necesitábamos las vacaciones para arreglar papeles. La parcela está dando mucho trabajo, no solo de pico y pala sino que también de gestiones. Bueno, parece que todo está más o menos encauzado y que pronto tendremos la casa.
Mirando hacia atrás, hubiéramos podido salir una semana o, incluso diez días. Pero la decisión fue quedarse en Manzanares y ahora ya está hecho.
Nos vinimos al camping el 17 de Junio y, excepto las 3 primeras semanas de Julio, o sea, las vacaciones y las fiestas de guardar, hemos estado bajando al curro todas las mañanas volviendo a comer a nuestra casita del camping. Bueno, comer teniendo a la vista el granito de La Pedriza es como estar de vacaciones. Pero eso también se acaba hoy. Acabamos de comer y, en unas horas, regresaremos a Madrid.
Depresión postvacacional, seguro.
Me he tumbado a ver si duermo un poco la siesta. Pero la cabeza no se relaja. Todo el verano para licencias, permisos, contratos. Y pico y pala. No sé si voy a poder dormir...
Depresión postvacacional. Las vacaciones se acabaron hace más de dos meses pero siento la depresión postvacacional. Es frecuente entre mis colegas pues se acaba la jornada especial de verano y, a partir del lunes, todo el día pringado. Vuelta a las comidas de restaurante e intentar no llegar muy tarde a casa.
Además, este verano no ha habido viaje de vacaciones. La última vez que cancelamos el viaje de vacaciones fue en 1985. Pero este año necesitábamos las vacaciones para arreglar papeles. La parcela está dando mucho trabajo, no solo de pico y pala sino que también de gestiones. Bueno, parece que todo está más o menos encauzado y que pronto tendremos la casa.
Mirando hacia atrás, hubiéramos podido salir una semana o, incluso diez días. Pero la decisión fue quedarse en Manzanares y ahora ya está hecho.
Nos vinimos al camping el 17 de Junio y, excepto las 3 primeras semanas de Julio, o sea, las vacaciones y las fiestas de guardar, hemos estado bajando al curro todas las mañanas volviendo a comer a nuestra casita del camping. Bueno, comer teniendo a la vista el granito de La Pedriza es como estar de vacaciones. Pero eso también se acaba hoy. Acabamos de comer y, en unas horas, regresaremos a Madrid.
Depresión postvacacional, seguro.
Me he tumbado a ver si duermo un poco la siesta. Pero la cabeza no se relaja. Todo el verano para licencias, permisos, contratos. Y pico y pala. No sé si voy a poder dormir...