Hemos estado de ruta por León y Asturias. Lo hemos pasado de maravilla visitando esta zona, a excepción de un par de días en los que tuvimos que cambiar la ruta y reprogramar las etapas que nos habiamos planteado, además de coger un cabreo monumental gracias al camping Los Cantiles y a la nula profesionalidad de la "Sra". que lo regenta. No nos quedó otra que salir corriendo de allí y pedir la primera hoja de reclamaciones en nuestra vida.
Llegamos una tarde y nos atendió una señora. Nos pareció muy seca y solo nos dijo - leeros esto (las normas del camping) - Yo le pregunté si se podía pagar con tarjeta, y me contesto tajante - lo que pone ahí- Acababa de discutir con unos clientes alemanes, pero como no entendí nada no sabía de que iba el tema, pensamos que la habíamos pillado en mal momento. No nos cayó simpatica pero tampoco teníamos que tratar nada más con ella. Nos asigna una parcela pero vamos a verla y es muy pequeña y no cabemos, así que pedimos a una chica mucho más amable que su jefa si podemos cambiarnos a otra parcela, nos dice que sí, le decimos cual queremos y montamos la tienda en una parcela que linda con la zona recreativa del camping donde están las porterías y las canastas de basket pensando, como no estamos en todo el día, cuando volvamos por la noche no habrá nadie al otro lado y estaremos tranquilos, y así fue pero solo la primera noche.
La impresión del primer día es que el camping era muy básico para ser de primera. Nosotros no buscamos grandes lujos con que este limpio y tranquilo nos conformamos. Pero este camping se supone que es de primera, y no hay ni una percha donde colgar la toalla cuando vas al aseo, y para poner las cosas de aseo, hay unos maceteros de plástico muy estrechos donde no cabe el necesser. Así que tienes que aguantar la bolsa de aseo y la toalla en una mano y lavarte la cara con la otra, además los grifos son de pulsador, con lo cual la cosa se complica. Las duchas no tienes puertas, tienes cortinas de plástico que se doblan y al doblarse no cubren bien todo el hueco de entrada. La limpieza también nos pareció bastante escasa.
El segundo día llegamos sobre las 8 de la tarde y nos encontramos con una ocho tiendas montadas en la zona recreativa separadas de nosotros por un seto de poco más de un palmo y otras tantas un poco más lejos, y en cada tienda podrian haber unos 4 ó 5 chavales, pero este no era el problema, el problema es que estaban de botellón. Nos fuimos a duchar y pensamos, igual se van a cenar por ahí, pero no, seguían ahí y se estaban poniendo hasta la cejas, pusieron la música a tope, se pusieron a cantar y claro está, a gritar para poderse comunicarse, y mientras nosotros cenamos atrincherados al otro lado del seto sin ni siquiera poder escucharnos el uno al otro, así que decidimos quejarnos.
Fuimos a recepción y le preguntamos a la Sra. que ¿cómo era que había gente acampada en la zona recreativa? y ella dijo que era zona de acampampada, le enseñamos el plano que nos había dado ella con sus normas y le dijimos que era la zona recreativa según el plano, y ella volvió a decir que se podía acampar allí. Le dijimos que habíamos elegido el camping porque habíamos leído muy buenas opiniones, decían que era muy tranquilo, y que no se podeía poner la tele ni música alta! y nos encontramos con un botellón. Le pedimos por favor que fuera a decirles algo, pero nos dijo que ya habían ido y que no les hacían caso, pero era mentira porque nosotros le oímos decir a uno de los chavales que había estado el año anterior y que las normas son solo para asustarles pero que no pasa nada. Y así fue. La Sra se desentendió absolutamente, se límito a decirnos que quizás tuviéramos suerte y se bajaran al pueblo, y nada más, no hizo absolutamente nada. Y sí se bajaron al pueblo sobre la una, e incluso dormimos un rato, hasta que nos despertó la primera pareja sobre las tres, él con una cogorza de aupa, desnudándose y tirándose al suelo porque decía que tenía calor y la novia chillándole e intentado arrastrarlo dentro de la tienda, y así fueron llegando los siguientes y los siguientes... a la mañana siguiente los aseos etaban asquerosos, sobre todo el de los hombres, había gayumbos y pantalones tirados en las duchas, mechones de pelo de palmo como si a alguien le hubieran cortado el pelo, las zapatillas se quedaban pegadas. Había chavales durmiendo al raso en sacos porque no cabían en las tiendas....Un hombre entro en el baño con un niño pequeño y no sabía donde meter al niño.
Desmontamos y nos fuimos a recepción a pedir la hoja de reclamaciones, e hicimos fotos de la zona recreativa con las tiendas de los chavales para enviarla junto con la hoja de reclamaciones. Lástima que no se nos ocurrió hacer fotos de los baños y de la gente durmiendo al raso.
He visto que hay un post para opinar sobre los campings. Cuando tenga un ratito escribiré nuestra opinion sobre los otros campings en los que hemos estado este verano, a todos volvería sin problema, alguno tiene alguna que otra pega pero nada que ver con la dejadez y la falta de profesionalidad del Camping los Cantiles.
Llegamos una tarde y nos atendió una señora. Nos pareció muy seca y solo nos dijo - leeros esto (las normas del camping) - Yo le pregunté si se podía pagar con tarjeta, y me contesto tajante - lo que pone ahí- Acababa de discutir con unos clientes alemanes, pero como no entendí nada no sabía de que iba el tema, pensamos que la habíamos pillado en mal momento. No nos cayó simpatica pero tampoco teníamos que tratar nada más con ella. Nos asigna una parcela pero vamos a verla y es muy pequeña y no cabemos, así que pedimos a una chica mucho más amable que su jefa si podemos cambiarnos a otra parcela, nos dice que sí, le decimos cual queremos y montamos la tienda en una parcela que linda con la zona recreativa del camping donde están las porterías y las canastas de basket pensando, como no estamos en todo el día, cuando volvamos por la noche no habrá nadie al otro lado y estaremos tranquilos, y así fue pero solo la primera noche.
La impresión del primer día es que el camping era muy básico para ser de primera. Nosotros no buscamos grandes lujos con que este limpio y tranquilo nos conformamos. Pero este camping se supone que es de primera, y no hay ni una percha donde colgar la toalla cuando vas al aseo, y para poner las cosas de aseo, hay unos maceteros de plástico muy estrechos donde no cabe el necesser. Así que tienes que aguantar la bolsa de aseo y la toalla en una mano y lavarte la cara con la otra, además los grifos son de pulsador, con lo cual la cosa se complica. Las duchas no tienes puertas, tienes cortinas de plástico que se doblan y al doblarse no cubren bien todo el hueco de entrada. La limpieza también nos pareció bastante escasa.
El segundo día llegamos sobre las 8 de la tarde y nos encontramos con una ocho tiendas montadas en la zona recreativa separadas de nosotros por un seto de poco más de un palmo y otras tantas un poco más lejos, y en cada tienda podrian haber unos 4 ó 5 chavales, pero este no era el problema, el problema es que estaban de botellón. Nos fuimos a duchar y pensamos, igual se van a cenar por ahí, pero no, seguían ahí y se estaban poniendo hasta la cejas, pusieron la música a tope, se pusieron a cantar y claro está, a gritar para poderse comunicarse, y mientras nosotros cenamos atrincherados al otro lado del seto sin ni siquiera poder escucharnos el uno al otro, así que decidimos quejarnos.
Fuimos a recepción y le preguntamos a la Sra. que ¿cómo era que había gente acampada en la zona recreativa? y ella dijo que era zona de acampampada, le enseñamos el plano que nos había dado ella con sus normas y le dijimos que era la zona recreativa según el plano, y ella volvió a decir que se podía acampar allí. Le dijimos que habíamos elegido el camping porque habíamos leído muy buenas opiniones, decían que era muy tranquilo, y que no se podeía poner la tele ni música alta! y nos encontramos con un botellón. Le pedimos por favor que fuera a decirles algo, pero nos dijo que ya habían ido y que no les hacían caso, pero era mentira porque nosotros le oímos decir a uno de los chavales que había estado el año anterior y que las normas son solo para asustarles pero que no pasa nada. Y así fue. La Sra se desentendió absolutamente, se límito a decirnos que quizás tuviéramos suerte y se bajaran al pueblo, y nada más, no hizo absolutamente nada. Y sí se bajaron al pueblo sobre la una, e incluso dormimos un rato, hasta que nos despertó la primera pareja sobre las tres, él con una cogorza de aupa, desnudándose y tirándose al suelo porque decía que tenía calor y la novia chillándole e intentado arrastrarlo dentro de la tienda, y así fueron llegando los siguientes y los siguientes... a la mañana siguiente los aseos etaban asquerosos, sobre todo el de los hombres, había gayumbos y pantalones tirados en las duchas, mechones de pelo de palmo como si a alguien le hubieran cortado el pelo, las zapatillas se quedaban pegadas. Había chavales durmiendo al raso en sacos porque no cabían en las tiendas....Un hombre entro en el baño con un niño pequeño y no sabía donde meter al niño.
Desmontamos y nos fuimos a recepción a pedir la hoja de reclamaciones, e hicimos fotos de la zona recreativa con las tiendas de los chavales para enviarla junto con la hoja de reclamaciones. Lástima que no se nos ocurrió hacer fotos de los baños y de la gente durmiendo al raso.
He visto que hay un post para opinar sobre los campings. Cuando tenga un ratito escribiré nuestra opinion sobre los otros campings en los que hemos estado este verano, a todos volvería sin problema, alguno tiene alguna que otra pega pero nada que ver con la dejadez y la falta de profesionalidad del Camping los Cantiles.