Pues ahora le tocará llevarlo a Donald Trump, cuidadin que se le crucen los cables a este y haga uso del maletín.Oh Fútbol, tú que dominas el Mundo...
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En EE.UU se le conoce como «la pelota de fútbol», porque el nombre secreto de uno de los primeros planes de guerra nuclear era «Dropkick», una jugada de fútbol americano en la que se golpea la pelota con el pie justo después de que toque el suelo.
La «pelota de fútbol» y su porteador son un elemento común a todos los presidentes de EE.UU. desde que John Fitzgerald Kennedy la adoptara tras la crisis de los misiles en Cuba, en 1962. Entonces se creyó necesario que el presidente y comandante en jefe del Ejército de EE.UU. tuviera a su disposición las herramientas para tomar decisiones sobre ataques nucleares en cualquier momento.
Desde entonces, ha sido una sombra que ha seguido a los presidentes en todos sus viajes y desplazamientos, de forma obstinada.
El contenido del maletín y su operativa es información clasificada. Se sabe que es una versión modificada del maletín Zero-Halliburton, una caja de aluminio revestida de cuero, con un peso de unos veinte kilos. Dentro no hay ningún botón rojo que apretar para poner en marcha un ataque nuclear. En su lugar, cientos de documentos sobre protocolos de activación, localización del arsenal nuclear y códigos para dar luz verde a un ataque. Una antena exterior indica que contiene además instrumentos de comunicación.
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La «pelota de fútbol» debe estar siempre junto al presidente cada vez que se mete en un ascensor o vuela en un helicóptero. Le sigue en un coche cercano en la comitiva oficial, custodiada siempre por un oficial de alto rango. Y hay dos maletines más: uno de sustitución en la Casa Blanca y otro en poder del vicepresidente. Cualquier orden sobre ataque nuclear dada por el presidente, debe además ser confirmada por el secretario de Defensa.
Junto al maletín, el presidente va a todas partes con una tarjeta de plástico con códigos requeridos para activar los ataques. Se le conoce como la «galleta» y en ocasiones ha sufrido percances. Bill Clinton la extravió en 2000 durante varios meses, según recogió en su biografía el presidente del Estado Mayor, el general Hugh Shelton.
La de Ronald Reagan casi se pierde el 30 de marzo de 1981, en su intento de asesinato frustrado. Trasladado de urgencia al hospital y alejado de sus asistentes militares, el personal médico le quitó la ropa y sus pertenencias antes de ser operado de urgencia. La «galleta» apareció tirada en una bolsa de plástico
No es el único...
El maletín negro que acompaña a los presidentes estadounidenses no es el único en su estilo.
Se conoce que los mandatarios rusos y franceses también viajan a todas partes con maletines desde los que pueden autorizar ataques nucleares.
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El maletín ruso es conocido como "Cheget", el nombre de un monte en el estado ruso de Kabardia-Balkaria.
Es muy recordada la escena de 1988 en la que los presidentes de Estados Unidos, Ronald Reagan y de Rusia, Mijaíl Gorbachov, se encontraron en Moscú.
A pocos metros, cada uno tenía su maletín negro...
Esperemos que se rodee de gente sin flequillo y les refrigere algo más el lóbulo frontal del cerebro, el que controla las "ansias", porque si no, éste se va hacer llevar el maletín al wáter cada vez que vaya a c....Pues ahora le tocará llevarlo a Donald Trump, cuidadin que se le crucen los cables a este y haga uso del maletín.
Buenos días a todos.
Vamos con el fin de semana de las motos, moto a la brasa, moto en salsa, revuelto de motos, moto a la cerveza, moto al ajillo, gazpacho de moto, moto....
Si, con no sacar el coche del garaje en todo el fin de semana solucionado. Ayer por la tarde ya se notaba muchísimo tráfico en toda la circunvalación y entradas a Valencia. Resistiremos.Animo, Carlos.