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mucho más que un foro

Monte Perdido

kraus

Caminante
21 de julio de 2008

Marta y yo nos levantamos temprano. En el silencio de la mañana cogí al Kraus y a la Tosti y me los llevé al paseo higiénico matinal, mientras Marta preparaba el desayuno. Estaba algo nervioso ya que en la cabeza me daba vueltas las noticias de que todo el tramo de la escupidera estaba helado. Sería la primera vez que llegaría a una cima con equipo invernal en pleno verano, y encima la escupidera tiene el triste record de ser el lugar donde más montañeros mueren en accidente: dos al año.

De vuelta al campo base -Camping OTO- me encontré con Picapinos que se dirigía a los baños.
 
Buenos días socio. Anoche llamé al Refugio de Góriz y me confirmaron que del refugio hacia arriba las condiciones son invernales", le dije a kraus. "Con el calor que está haciendo. Sigo sin creérmelo", me contestó, y que continuaríamos la charla después de la ducha.

Al volver de la ducha, todas mis chicas seguían durmiendo. Me disponía a preparar el café cuando Marta me dijo que ya lo tenía preparado así que me acomodé bajo su avance. Ellos ya habían terminado con el desayuno.

"Bueno socio, nos hemos traído el material invernal. Lo peor que nos puede pasar es que carguemos 2 días con él", le dije a kraus. "Al final, ¿has decidido por donde vamos a subir?"
 
Los días previos habíamos estado barajando varias subidas a Góriz. Lo único que teníamos claro es no íbamos a hacer la clásica -por el fondo del valle de Ordesa hasta las clavijas- ya que el Cañón lo íbamos a hacer en unos días con toda la familia.

Le propuse subir por la Faja Pelay. Eso nos permitiría disfrutar de unas hermosas vistas del Valle de Ordesa, y de los circos de Carriata y Cotatuero. El único "pero" es que para empezar tendríamos que salvar, directamente, 700 metros de desnivel.

No teníamos prisa, el compromiso era llegar a Góriz antes de las 7 de la tarde, pero decidimos salir a media mañana para poder parar y disfrutar de las bellezas que el camino nos mostrara.

Apareció Vicki, la tercera familia en el campo base, y se apuntó al desayuno. Marta y Vicki nos acercarían a Torla, donde parte el bus que hace el recorrido hasta las praderas de Ordesa, y luego ellas se darían un paseo con Kraus por el bosque de Turieto. Inés se quedaría en el campo base con las chicas -Inesita, Laura y Ariadna (la hija de Vicki)-, y con la Tosti, porque la jodía no le hace mucho caso a Marta.

Era hora de preparar el material. Entonces se abrió la puerta de la caravana de Picapinos.
 
"Parece que mis chicas se van despertando. Me voy a prepararlas el desayuno".

Excepto agua y comida, tenía la mochila preparada de la noche anterior: Ropa, una sabanita para dormir en el refugio, material de invierno y las botas recién impermeabilizadas, por lo que nos pudiéramos encontrar.

Oigo a kraus jurar en arameo: "me cago'n too. Me he traído una bota mía y la otra de Marta". Estaba disgustado y nervioso. Daba vueltas por el avance que parecía que iba a desgastar el suelo. El resto de calzado que tenía eran zapatillas de montaña, ya que kraus las prefiere a las botas, pero ese calzado y los crampones son incompatibles. Poco a poco se va tranquilizando y finalmente decidió que en Torla compraría unas botas intermedias, con suela semirrígida. Dos días con botas de estreno. Bueno, kraus siempre carga con el botiquín.

Sobre las nueve y media estábamos preparados. Vaya pinta el kraus con los achiperres de invierno y con chanclas. Todos al coche y para Torla.

La entrada en Torla con el Tozal de Mallo al fondo es de postal.

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Unos días atrás había visto una tienda en Torla con buen material y a ella fuimos directamente. Buscaba algo que fuera lo suficientemente rígido para andar cómodo con crampones pero que me sirvieran después en La Pedriza, donde al final desgasto las suelas. Un par de modelos cumplían los requisitos y me quedé con las que más cómodo me sentía. Me las llevé puestas. En el super de al lado, Marta nos había comprado unas pastillas solubles de gatorade (¿o era aquarius), para que no perdiéramos sales. Están en todo. Una pastilla a cada botella de agua y el resto del tubo para la mochila.
 
Frente a la tienda de calzado, Marta, Vicki y Kraus pillaron la senda que se dirige al bosque de Turieto. "Tened prudencia, y llamarnos, que nos quedamos preocupadas" fueron sus últimas palabras. Nosotros cruzamos el pueblo para llegar a la parada del bus. No veas que cola. A esta hora nuestras mochilas daban el cante. "No, si todavía le sacamos un ojo a alguien"

Llegó el bus, subimos y, enseguida, en marcha. El bus nos dejó en la pradera de Ordesa, junto al restaurante, y allí fuimos a tomarnos un café.
 
0 Km 0:00 horas 1.272 m

Cuando iniciamos la marcha eran las once y cinco. El cielo estaba algo nublado, como habíamos leído en las predicciones, y mitigaba la fuerza del sol.

Recorrimos el aparcamiento, vacío en verano por la prohibición de acceso en vehículos particulares, y cruzamos el río Arazas por el puente de madera. Al otro lado es un fresco bosque de hayas. Un cartel nos indica el camino: "Hacia la Senda de los Cazadores".

La Senda de los Cazadores serpentea por la ladera sur del Cañón de Ordesa. Bajo la sombra de hayas primero y de pinos después, el bosque hace que no veas, ni sientas, el desnivel de la ladera. Llevamos buen paso y vamos ganando altura rápidamente.

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De vez en cuando una paradita para un trago y reanudábamos la marcha.
 
Vaya subidita. Por varios motivos había andado poco las semanas anteriores y me notaba en baja forma. Menos mal que, a pesar de la hora, no hacía nada de calor. Si no, reviento. Los traguitos de agua, y el tirar fotos, me permitían recuperar el aliento.

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kraus me daba ánimos recordándome que, una vez en la Faja Pelay, el camino era muy suave. En los pocos claros del bosque teníamos unas vistas espectaculares, como esta del Circo de Cotatuero

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o esta otra del propio Cañón de Ordesa

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Mucha gente subía por este sendero, cosa que nos extraño dada la hora. De pronto kraus se cascó un cuesco. "Perdona tío, es que tengo gases. No he podido evitarlo". El caso es que yo también notaba gases y se lo dije. Convenimos que sería del café y que, si había que liberar presión pues se hacía.

Llegamos a un cruce señalizado: de frente a la Punta de Diazas y a la izquierda hacia la Faja Pelay. Por este seguimos. "Animo que llegamos en na", me dijo kraus. Y en 'na' llegamos al mirador de Calcilarruego.
 
3,7 Km 1:42 horas 1.958 m

Leches como estaba el mirador de gente. Se hablaba en todas las lenguas. Afortunadamente, llegado el momento de tirarse la foto con La Punta del Gallinero (Faja Blanquera) al fondo, se hacía el hueco necesario y siempre había un voluntario para apretar el botón.

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Registrado el momento, nos dedicamos a tirar más fotos para el álbum

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Tras las fotos, alguna chuche energética y agua. Recuperada la temperatura corporal, tomamos el sendero que por la Faja Pelay se dirige hacia el Circo de Soaso, al fondo del valle de Ordesa.

El camino tiene un desnivel global negativo, aunque hay subidas y bajadas con muy ligera pendiente. El paso era rápido pero nos entreteníamos con cualquier cosa. La verdad es que estábamos disfrutando mientras que las memorias de nuestras cámaras iban perdiendo espacio libre.

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A las 2 de la tarde decidimos que ya era hora de parar a comer, a saber: embutido con pan de molde y mantequilla, fruta y chocolate.
 
Dios sabe lo que me gusta la siesta, pero hoy no era el día. Parecía que las nubes empezaban a disiparse y continuamos la marcha enseguida.

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Le comenté a kraus que seguía con los gases y él me confirmó que también. Por lo menos no eran demasiado molestos.

"¿No deberíamos tener ya visible Monte Perdido?", le pregunté. "Sí, al fondo, justo detrás de la nube".

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El Cañón de Ordesa, en este punto, realiza un giro progresivo de 90 grados. Esto nos permite, desde la Faja Pelay ver hacia el norte la cabecera del valle, o sea, el Circo de Soaso

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y hacia el oeste su confluencia con el Valle del Bujaruelo

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Pero como no todo es macropaisaje, también teníamos ojos para las pequeñas cosas. Encontramos edelweiss

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Dicen que el edelweiss da suerte al que lo toca. Lo tocamos. Y entre dos nubes vimos, por fin, nuestro objetivo: El Monte Perdido.

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Continuamos por la Faja Pelay, que ya se me estaba haciendo larga. Aprovechando esta parada os explico como subir hacia Góriz.

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Detrás de mi os he pintado, en rojo y azul, las dos subidas. En rojo, bajaríamos hasta cerca de la Cola de Caballo, que todavía no se ve, para tomar una empinada senda equipada con clavijas. En azul, se sube por un canchal, que no es desagradable, sin ningún tipo de problemas. Si estás subiendo por el fondo del valle, las clavijas te hacen ganar entre 15 y 20 minutos. Si llegamos por Pelay, las clavijas no suponen ventaja de tiempo y el esfuerzo es mayor. Decidido, por el canchal.

Y si no estáis de acuerdo, o tenéis dudas, le preguntáis a kraus que era el guía.

Pasamos sobre las Gradas de Soaso

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y vimos flores tan extrañas como esta

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Cuando empezamos la subida por el canchal apareció, por fin, la Cola de Caballo.

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Esta subida se hace corta y enseguida estábamos por encima del Circo de Soaso

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Oímos un helicóptero y en principio pensamos en algún rescate. Pero no, pasó por encima de nosotros con una gran bolsa colgando en dirección a Góriz. "Mira, por ahí vuela nuestra cena". El camino giraba bruscamente para salvar una primera pared. Aquí perderíamos el contacto visual con el Cañón de Ordesa.

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Salvado el desnivel el sendero recupera su dirección pero no se divisaba Góriz.

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"¿No debería estar ya el refugio?" le pregunte a kraus. "Salvamos la siguiente pared y entonces lo encontraremos, unos 50 minutos". "Te apuesto una cerveza que tardamos más de una hora", le dije. Miró al GPS y aceptó. Estaba empezando a sentirme cansado de verdad y pensaba en tirarme al suelo, si era necesario. De hecho, bajamos el ritmo. Por fin, el refugio apareció.

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En la puerta del refugio nos quitamos las mochilas. kraus se quitó las botas y se puso las chanclas, y con una sonrisa dijo:"45 minutos. Espera un momento"
 
14,0 Km 5:50 horas, 2.160 m (desnivel: 1.150 subida, 260 bajada)

Me dirigí al guarda del refugio y le dije que teníamos dos plazas para dormir. Me dio dos llaves de taquilla para que guardarámos las cosas y que luego hablaríamos. Busqué a Picapinos y recogimos nuestras cosas, dejando fuera el forro polar que ya se notaba como bajaba la temperatura.

Volvimos con el guarda y acordamos cenar en el segundo turno, a las 8. Las llaves las devolveríamos al día siguiente, a la vuelta de Monte Perdido y que todos los gastos que tuviéramos los pagaríamos entonces. Nos preguntó si queríamos algo más y le dije: "dos cervezas, pero te las paga el colega ahora mismo. Las apuestas son las apuestas". Nos echamos unas carcajada y con las cervezas en la mano nos salimos del refugio. Ya estaba entrando el primer turno de cena.

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El sol estaba cayendo, lo que aquí significa que se pueden colocar las tiendas, hasta el amanecer.

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Intentamos comunicar con las chicas pero fue en vano. La temperatura seguía bajando pero los rayos de sol del atardecer calentaban la piel. Ya no sentía los gases en el estómago y se lo comenté a Picapinos. El tampoco, parece que la cerveza ha sido buena medicina. La conversación fue languideciendo. Picapinos se echó para atrás y se quedó dormido.

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Un poco antes de las ocho le desperté. Era hora de pasar al comedor en una mesa compartida con otros seis montañeros. Un perolón de sopa para empezar, seguido de ensalada de arroz para un batallón y después salchichas y patatas a discreción. De postre, natillas. Habíamos cenado a gusto.

Subimos para la habitación, con capacidad para 30 personas en una litera corrida de tres alturas (hay otras dos habitaciones más en el refugio). Nos había tocado la altura superior. Ya había gente durmiendo. Haciendo el menor ruido posible nos subimos a nuestras plazas.

Tanta humanidad genera un calor que se acumula cerca del techo, o sea, en la altura superior de la litera. Que agobio!!!, no había forma de pegar ojo. En un momento determinado Picapinos no pudo soportarlo y se bajó al suelo, preparándose un camastro con las mantas sobrantes bajo la ventana. Dormí a ratos, hasta que dieron las 6 y media. Hora de levantarse.
 
22 de julio, 2008

"Que calor allí arriba, socio. Pues aquí abajo he tenido hasta fresquito". Si me hubiera quedado en la litera no hubiera pegado ojo en toda la noche. Nos fuimos al barracón de los servicios, externos al refugio, para asearnos. En cuanto que pusimos el pie fuera, ost... que frío. Acurrucados, a la tenue luz del alba llegamos al barracón. El agua, que se obtiene de las fuentes del Arazas, parecía, si no era, agua de deshielo. Y yo que pretendía ducharme. Le pregunté a kraus si se ducharía y solo señaló con su dedo índice en la sien.

Volvimos al refugio para tomar el desayuno: Café, leche, galletas y magdalenas. Metí prisa a kraus, que había que preparar la subida. Revisamos el material, llenamos las botellas con agua y la pastillita de sales, nos calzamos la botas y para arriba, que hoy era el gran día.
 
0,0 Km 0:00 horas 2.160 m

Eran las 7 en punto cuando empezamos a andar. La ascensión a Monte Perdido se realiza por el Barranco de Góriz, hacia el norte. Sin embargo, hay que tomar dirección este para salvar una primera muralla, de la que no pudimos sacar fotos por falta de luz. Una vez salvada giramos para buscar el barranco. Una vez en él, el sendero siempre sube pegado al lado este del barranco. Siempre ganando altura pero fácil de llevar. A los 2.500 m de altura vemos claramente la parte superior del barranco, a la derecha del Cilindro de Malboré, donde se encuentra el Lago Helado.

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Grupitos de gente nos van pasando (Picapinos, estamos hechos una pena) pero nosotros seguimos con nuestro ritmo. De pronto suena el móvil dentro de la mochila. "Leches! me lo dejé encendido ayer". Tener el móvil encendido en una zona sin cobertura hace que la batería se gaste rápidamente. Paramos. Saco el móvil y veo que tengo un montón de llamadas perdidas y, asombroso, aquí hay buena cobertura. Todas las llamadas son de las chicas. Aprovecho la ocasión para mandarles un mensaje. Apago el móvil y lo devuelvo a la mochila. Está amaneciendo en el Cañón de Ordesa

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y en la ladera del Pico de Millaris se proyecta la sombra de Monte Perdido: "La sombra del destino"

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Enseguida pasamos una trepadita, la única de toda la ascensión, de unos 3 metros pero muy fácil de superar. Parece que la pereza de la mañana se nos va pasando y ahora si llevamos buen ritmo. Sobre los 2.650 m nos empezamos a encontrar neveros importantes, que vamos sorteando saliéndonos del sendero, hasta alcanzar los 2.750 m donde lo práctico es pisar nieve. Sacamos los piolets pero decidimos seguir sin crampones ya que hay buena huella y la pendiente no es mucha. Esta zona es conocida como La Pedrera.

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Efectivamente, utilizando el piolet como bastón progresamos rápidamente, aunque la nieve está más helada de lo que parecía. Nos cruzamos con una chica que baja sola y entablamos conversación. Había subido en un grupo de 5 jóvenes. Picapinos recordó que habían salido al tiempo que nosotros del refugio. Subían en zapatillas, ni siquiera de montaña, y sin mochila. La chica nos contó que se había resbalado varias veces y que había propuesto a sus colegas el darse la vuelta. Le dijimos que si quería que la acompañáramos un rato, hasta que encontrara un camino sin nieve. Nos dijo que no, que ahora había poca inclinación y que no hacía falta. Le prometimos que alcanzaríamos a sus colegas y les meteríamos la correspondiente bronca.

Sin dificultades llegamos al final de La Pedrera, 2.990 m, y ...

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El Lago Helado. Que belleza!!! Nos quedamos abobados. Solo atinábamos a decir: "jooooeer".

Nos fijamos que por allí andaban los jóvenes de las zapatillas. A por ellos!. Que como se les ocurre subirse en zapatillas, que como permiten que su amiga se baje sola, que si no habían visto el cartel con "Prohibido subir a Monte Perdido sin crampones y piolet" que había en la puerta del refugio. Dan una excusa para el guiness: "creíamos que era para que la gente se echara para atrás y no hubiera aglomeración en la cumbre".

Nos tiraron una foto

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Seguían interesados en subir pues parecía que por la derecha del canal no había nieve. Les sugerimos que lo dejaran para otro año.
 
"¿Nos ponemos los crampones?" le pregunté a kraus. Dice que no, que seguimos un poco más. Aunque lo veo un poco dubitativo, esta es mi primera ascensión invernal (aunque sea verano) de verdad, la anterior fue con los profes de la federación. Y kraus es el que tiene experiencia. De pronto dice: "ahora nos los ponemos".

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Aprovechamos la calva en la nieve para ponernos los crampones a gusto. El camino que tenemos por delante es este:

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Se puede ver una fila de gente que está subiendo por la canal, justo antes de la escupidera, y otro grupito en ella. Se puede ver la inclinación lateral que tiene y que, si caes y no logras detenerte con el piolet, te "escupe" por la derecha hacia el vacío.

kraus sale primero. "Lado montaña piolet, lado valle bastón" me repito, recordando las enseñanzas del curso de alpinismo.

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El canal va cogiendo inclinación, pero las numerosas huellas facilitan la ascensión. "Paso de pato", me grita kraus. Se trata de abrir un poco la punta de los pies para tener más estabilidad.

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Entramos en la escupidera. Mejor no mirar para atrás. La inclinación lateral es más fuerte de lo que se veía desde abajo


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Cuando tiro la foto compruebo la realidad de la escupidera. Se me escapa un bastón y veo como se desliza cogiendo velocidad hacia el lateral del canal. kraus me espera para descolgar de la mochila el segundo bastón. Comentamos que la nieve no llega hasta el borde justo y que en caso de caída es posible no despeñarse. Lo mismo podemos recuperar el bastón cuando bajemos.

kraus me dice que pase primero, que le está empezando a costar trabajo ascender y que encima vuelve a tener gases. Yo esta vez no los tengo. Le paso y continúo progresando, mirando de vez en cuando para atrás para ver si él lo hace. No puedo evitar tirar esta foto

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ni kraus esta

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Cruzamos la calva en la nieve. Es muy desagradable andar con crampones sobre piedras. En este punto empezamos a girar hacia el este, pues la subida a cima no es directa sino que tenemos que alcanzar primero un pequeño collado. Aunque hemos pasado lo más peligroso, la inclinación lateral es muy fuerte.

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Kraus me dice que le cuesta mantener la respiración y que prefiere bajar el ritmo. Pero enseguida llegamos al collado y parece que recupera. Desde el collado vemos que bajan mogollón de gente de la cima. Los vamos saludando según nos cruzamos y cuando llegamos a la cima están saliendo los últimos.

Por fin, mi primer tres mil. Eran las 11 horas, 17 minutos y 41 segundos del día 22 de Julio de 2008

Venga kraus, los datos técnicos
 
4,2 Km 4:18 horas 3.350 m

Bueno, esa altura es la que marcó el gps, a mitad de camino entre los 3.345 m que dicen unos y 3.355 m que dicen otros.

Soltamos las mochilas y nos pegamos un fuerte abrazo. Ya estábamos ahí.

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Hacia el este, abajo, se distinguía fácilmente el Valle de Pineta y como ahí tienen cobertura de móviles intentamos llamar a las chicas. Nada. De todas maneras les enviamos un mensaje.

Nos pusimos a identificar todos los lugares visibles, que eran muchos. Fue divertido. Y fotos, muchas fotos. Os ponemos las imágenes de los dos puntos que más nos impactaron: El Cañon de Añisclo y el Cilindro de Malboré.

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Disfrutamos largamente del lugar. Cuando decidimos empezar la vuelta eran las 12 menos cuarto y nos vino a visitar esta Chova piquigualda

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Echamos un último vistazo al Lago Helado. ¿Qué pasa ahí abajo?. Vemos a un par de personas, un adulto y un niño en medio de la escupidera y que ni para adelante ni para atrás. Parecen en apuros. Abajo esperaban otras dos personas.

Según empezamos a bajar al collado nos damos cuenta de lo que pasa. El sol está calentando la nieve y la superficie dura y crujiente de la subida es ahora un poco como pasta. En estas condiciones los crampones no clavan firmemente y resbalas. Cuando ibamos a entrar en la escupidera kraus se acojona un poco y me dice que fuera los crampones, que vamos a bajar por el borde de la escupidera que no hay nieve. Un acierto, pues como veis les alcanzamos, y de paso recuperamos el bastón que se había enganchado finalmente en unas piedras.

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Terminada la escupidera nos volvimos a colocar los crampones.
 
Si es seguro, por la nieve siempre se va más rápido y a partir de ahora no hay peligro.

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Seguimos así hasta descender a los 2.650 m, aunque ahora en lugar de esquivar la nieve la buscábamos. Recogimos crampones y piolet.

Al llegar al lugar donde a la mañana sonó el móvil paramos. Quise probar si podíamos tranquilizar a las chicas y, vualá, seguía habiendo cobertura. Por fin pudimos hablar, decirles que ya habíamos pasado toda la zona de nieve y que calculábamos que tomaríamos el bus de las 7:00 en las praderas de Ordesa.

Reanudamos la marcha pero Picapinos me dice que está un poco mareado. Además ahora SI tiene gases. Esto es el colmo. Hablamos un poco para determinar de qué podía ser el mareo. Definitivamente, mientras que yo me zampé media tableta de chocolate en la cima, él se dedico a tirar fotos. O sea, una pájara. Comió un poco y reanudamos la marcha, ahora a un ritmo claramente inferior para prevenir males mayores. Algo después de las 14:30 llegamos al refugio

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En la puerta del refugio saqué las chanclas de la mochila y entré para encargar la comida.

8,6 Km 7:35 horas 2.160 m
 
Que mal rato pasé. Dejé la mochila en la puerta del refugio y me fui directamente al barracón de los servicios. Bebí y metí la cabeza debajo del agua. El agua seguía helada pero me sentaba bien. kraus entró a lavarse e interesarse por mí y le dije que me encontraba mejor. La comida estaba encargada.

Volví para reorganizar la mochila. Había dejado algunas cosas en la taquilla, por aquello de acarrear menos peso. Kraus salió y me dijo: "¿Qué haces?, que se te enfría la comida". Cerré la mochila y entré. Noté como me volvía la alegría al cuerpo: un par de huevos fritos con jamón y una jarrita de vino. Me supo a gloria. Y luego nos tomamos un cafecito expreso. Me hubiera gustado poderme echar la siesta.

Pero no, kraus me recordó que a las siete teníamos que estar abajo. Liquidamos las cuentas con el guarda del refugio, rellenamos de agua las botellas (esta vez sin pastillas) y a las 15:30 reanudamos la marcha. Me sentía nuevo y kraus me invitó a aumentar el ritmo.

Divisamos de nuevo el Cañón de Ordesa

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Seguimos el camino de descenso por el canchal. Mientras bajábamos kraus me dijo que ahora teníamos que retroceder hasta la Cola de Caballo para cruzar el río por el puente y tomar allí el camino de bajada del Cañón. Le dije que nanay, que cruzabamos en diagonal el circo y atravesábamos el río descalzos, que no quería hacer metros extra. kraus consintió y llegamos al río.
 
Me quité las botas y remangué los pantalones. El agua estaba helada pero crucé. La sorpresa me la llevé cuando, llegando al otro lado, oigo un grito. Me giro y veo a Picapinos de esta guisa

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"¿Cómo has conseguido pasar?" me pregunta. Le enseñé los pies morados. Lo intenta de nuevo y nada. Se niega a cruzar. Cada uno por un lado del río seguimos cauce abajo. "No hay puentes hasta más abajo de las cascadas. Tendrás que decidirte". Tuvo suerte y, en una zona donde el río se ensancha, la altura del agua apenas era de 5 cm. Cruzó por ahí con sus botas impermeabilizadas. El camino ancho y con desnivel suave que recorre todo el fondo del valle nos permitió llevar un ritmo elevado. Solo paramos para echar una foto a las Gradas de Soaso

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y, a la altura de la cascada del Estrecho, para descansar un poco. "¿Has vuelto a tener gases?", le pregunté. "No", me dijo, no había tenido ningún problema desde Góriz. El caso es que yo tampoco.

Volvimos a la ruta y apretamos más el paso. Pasada la última cascada cambiamos de margen del río, por un puente, para aprovechar el frescor de las hayas del otro lado. Y a la fresca llegamos a las praderas. Eran las 7 de la tarde en punto. Antes de subir al bus echamos una mirada atrás. Nos fijamos en el Mirador de Calcilarruego. "Que alto está ¿verdad?".

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"Si, vaya subidita la Senda de los Cazadores!!!!" me contestó.

22,8 Km 12:00 horas 1.272 m (desnivel: 1.200 subida 2.090 bajada)
 
Las chicas, las grandes y las pequeñas, el Kraus y la Tosti nos estaban esperando en Torla. Nos sentamos en una terraza y, entre tragos de cerveza, les contamos atropelladamente todas las anécdotas de estos dos días. Bueno, no todas. Queríamos volver al campo base para pegarnos una buena ducha.

Venga kraus, las estadísticas ..
 
Vamos a ver... Entre los dos días fueron

36,8 Km 17:50 horas 2.350 m de desnivel acumulado. El recorrido sobre mapa fue:

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Además, consumimos:

- Bebida: 11 litros de agua, 2 cervezas y 1/2 litro de vino
- Comida: 6 sándwiches, 8 barritas energéticas, 2 manzanas, 2 tabletas de chocolate, 300 gr de frutos secos, más las comidas en el refugio
- 248 fotografías.
- 6 camisetas
- 4 pares de calcetines
- 4 gayumbos
- 2 pantalones

Ah!!! y 4 pastillas de sales de la marca nimeacuerdo, porque el resto del tubo lo tiramos a la basura. No volvimos a tener gases.
 
Muy buen relato, se sigue cómodamente. !Vaya inclinación de la ladera!. Las fotos os han quedado muy bien ¿llevabais reflex además de la mochila grande?.

Yo hice hasta la Cola de Caballo, la posibilidad de seguir teniendo en cuenta que había clavijas aéreas se eliminó rápidamente. De aquella estábamos en Bujaruelo, y recuerdo que subimos con el coche hasta el aparcamiento (claro hace tiempo...).

En esa miniruta, comparada con la subida a Monte Perdido, recuerdo que me impactó algo por primera vez: la gente se iba de picnic hasta la cascada, con cochecillos de niños (no se si llegarían), chanclas, y LA NEVERA DE PLAYA.
En la explanada final del circo, pues como en la playa...sacaban la cocacola y la tortilla. Si hace quizás 15 años ya era así no me imagino ahora, bueno quizás no, quizás ahora si hay que subir en autobús, la gente sea más consciente de lo que hace (lo digo por el basurero que se montaba en las paradas de la gente ).

Precioso repito. Una preguntilla, ¿por qué no os acompañaron las "chicas"?, por la trepada, por el desnivel, porque meteis demasiada caña....es curiosidad, pues quizás podríais haber dormido dos días en el refugio y haber subido todos, haciendo escala en el refugio en la bajada y luego si habiais subido por el bosque haber bajado por el cañón...Todo en tan pocas horas sí que es una pichada.:):)
 
Bueno Cuqui, respuestas a tus cuestiones:

Fotos: La reflex se quedó en el campo base. El peso de la mochila con el material de invierno me hizo cambiar de opinión y usar la compacta.

Cola de Caballo: pues si, siguen subiendo con el cochecito de niños y con chanclas. Lo que ha cambiado es que son un poco más respetuosos con el medio ambiente y no es fácil ver desperdicios ni en el circo de soaso ni en el camino del cañón.

Las Chicas, pues de todo:

A Inés es difícil hacerle subir un desnivel de más de 600 m. Siempre es voluntaria para cuidar las mochilas, por poner un ejemplo.

En cuanto a Marta, lleva 2 años con hipertiroidismo que le come las fuerzas cuando menos te lo esperas, por lo que no se atreve a hacer salidas de más de un día. De todas maneras no hubiera subido, porque no quiere saber nada de crampones. Pero que sepas, que en su agenda estaba subir al Garmo Negro, un tres mil del Valle de Tena, que no hicimos por la nieve.

Vicki es la única que se quedó con las ganas. Pero la decisión final fue suya, que conste, ya que está en bastante mejor forma que nosotros.

Cuando organizamos las vacaciones se pensó en que tipo de excursiones ibamos a hacer y cuantos días de descanso ibamos a intercalar, como mínimo, para hacer turismo rodado. Y preparamos un menú a la carta para satisfacer todos los gustos.
 
Chapó

Chapó

Kraus te ha faltado poner THE END, esto no es un relato
es un documetal bién elaborado y unas forografias increible desde la faja viendo el cañón con la diversidad colorido IMPRESIONANTE , y elaborando las fotos con todo detalle ,paisaje la senda ,las plantas ,pues os ha olvidao hacer foto a una horrmiga jejejeje.


El lago estaba algo helao, pero al bajar bordeando la escupidera veo una foto, del lago y no se aprecia del todo
el pico dedo..........es un atentado .


a pesar que era agosto encontraste mucha nieve, cuando lo hice en el año 2003 había bastante menos,seguramente
por el fuerte viento que llevaba dos dias soplando se llevaba la nieve.


Suerte os acompañó el tiempo y allí las fotos espetaculares , denoto que os gusta perfumar el ambiente
el dia que vaya con vosotros me pondré un pinza ,jajajaja

Sólo me queda felicitar a los dos..............kraus una curiosidad cómo has ido intercalando el relato con el nick tuyo y picapinos.........puesto a preguntar el mapa descrito es escaneado ????????? ya me dirás jefe


kraus ,con las fotos de estas haznos en video y lo almeniza con una música.......tiene que ser la leche



Otra cosa, la próxima vez que hagas un trabajo así avisanos , para poder descargar los excremento un poco más lo hago la silla...........jejje no es coña:argue:

hasta luego montañeros
 
No hay truco para hacer el relato así. Lo hemos preparado a medias y cada uno, desde nuestra casa, hemos ido enviando los post (bueno, nos sincronizamos usando el telefono).

Ahora tenemos que llegar más lejos y que en lugar de hacer un relato de a 2 foreros sea de a 3, 4 ... foreros
 
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