Pues nada, ¡anímate!.
Vivirás sensaciones de inseguridad, dormirás acojonado, serás expulsado de donde intentes dormir, no podrás aparcar en ciudades . . . ni visitarlas, gastarás un pastón en gasoil, seguros, aparcamientos, multas, peajes, averías y ruedas. Se te apuntará ese cuñado pesado a...