La verdad es que son chulos y llamativos, y se han puesto muy de moda. Pero leí un artículo hace muy poco que explicaba que no es oro todo lo que reluce: no sólo que muchas veces lo que sirven es bastante mediocre a pesar del precio (esto ya lo había intuido, tras probarlos en un par de ferias), jugando más con la apariencia del camioncito que con la calidad del producto, sino lo que es peor, que en muchos casos no cumplen las normas básicas de higiene y conservación, aprovechando que parece que hay bastante vacío legal.
Ausencia de refrigeradores como es debido (a menudo unas neveras cutres con hielo) e higiene mediocre parece que son los dos puntos más críticos, según leí.
Como pasa siempre, mientras que en Estados Unidos, donde nació esto de los food trucks, el tema está super-regulado y montar uno como es debido requiere incorporarles reformas importantes (y caras) para que cuenten con los requisitos propios de un establecimiento de comidas, aquí parece que cualquiera puede comprar una furgoneta de desguace, lavarle la cara, y ponerse a vender perritos y hamburguesas...
Repito, esto es lo que leí en un artículo, yo no tengo información directa sobre el tema. Eso sí, chulos sí que son...