cuqui
Participativ@
Hola:
Nosotros también hemos subido muy, muy alto, con unas vistas espectaculares desde la cima aunque nos hayan ayudado en la subida izándonos.

Desde arriba del todo las vistas son preciosas.

Claro que si miras hacia abajo y ves el tamaño de las personas la cosa cambia, te entra una cosa en el estómago…
Contemplar la estructura y la altura es una cosa única.

Hemos pasado muchísimo calor, atípico en esta época, cosa que algunos aprovechaban lo mejor que podían.

Y creo que todo el mundo se puso de acuerdo para ir al mismo sitio que nosotros. Jamás había estado en un museo con la sensación de aglomeración que se sentía en el Louvre.

De este museo, estoy de acuerdo con lo que se nos dijo previamente, prescindible si no te sobra tiempo. Pero una vez dentro, te sientes muy pequeña rodeada de tanta riqueza artística (del otro tipo de riqueza allí presente y obtenida de otros países mejor no hablar).

Hemos saturado de hacer HORAS de colas.

Al final lo mejor ha sido pasear y disfrutar del entorno. Del Sena o de los campos Eliseos.

También había tiendas interesantes. A Jose le apetecía un reloj pero ¡qué pena! ¡Estaba cerrado!

De los espectáculos callejeros…Si os fijais, en el grupo que toca, el contrabajo está hecho con un cubo de basura y un palo, y ¡le sacaba un montón de notas!.
Sólo hubo un día que durante unos maravillosos minutos podías mirar y no ver gente ya que cayeron unas cuantas gotas. Fue a la salida del museo de Orsay, donde estuvimos todo el día hasta que nos echaron pero eso sí, no dejamos una obra por ver, ¡vaya maravilla!.
Continuará..
Nosotros también hemos subido muy, muy alto, con unas vistas espectaculares desde la cima aunque nos hayan ayudado en la subida izándonos.


Desde arriba del todo las vistas son preciosas.


Claro que si miras hacia abajo y ves el tamaño de las personas la cosa cambia, te entra una cosa en el estómago…


Contemplar la estructura y la altura es una cosa única.


Hemos pasado muchísimo calor, atípico en esta época, cosa que algunos aprovechaban lo mejor que podían.


Y creo que todo el mundo se puso de acuerdo para ir al mismo sitio que nosotros. Jamás había estado en un museo con la sensación de aglomeración que se sentía en el Louvre.


De este museo, estoy de acuerdo con lo que se nos dijo previamente, prescindible si no te sobra tiempo. Pero una vez dentro, te sientes muy pequeña rodeada de tanta riqueza artística (del otro tipo de riqueza allí presente y obtenida de otros países mejor no hablar).




Hemos saturado de hacer HORAS de colas.


Al final lo mejor ha sido pasear y disfrutar del entorno. Del Sena o de los campos Eliseos.




También había tiendas interesantes. A Jose le apetecía un reloj pero ¡qué pena! ¡Estaba cerrado!


De los espectáculos callejeros…Si os fijais, en el grupo que toca, el contrabajo está hecho con un cubo de basura y un palo, y ¡le sacaba un montón de notas!.


Sólo hubo un día que durante unos maravillosos minutos podías mirar y no ver gente ya que cayeron unas cuantas gotas. Fue a la salida del museo de Orsay, donde estuvimos todo el día hasta que nos echaron pero eso sí, no dejamos una obra por ver, ¡vaya maravilla!.


Continuará..