una más
una más
Hola a todos:
Me presento. Mi nombre real es Belén aunque de pequeña me llamaban Cuqui por lo que ambos nombres son válidos. Me encantaría unirme a vuestro grupo, ya que lo leo mejor aún si me uno a él. Siempre nos gustó la montaña aunque actualmente tenemos un “paréntesis” desde hace unos 8 años. Mi hija mayor tiene 6 y pico y la pequeña tiene 4 años y ya estamos empezando a planteárnola de nuevo.
Decir que hace unos 15 años nuestras vacaciones consistían en pasar un mes en Pirineos, eso sí, cada año en un valle, de aquella íbamos con canadiense y con clavar y desclavar piquetas una vez al mes teníamos bastante.
No somos “machacas” de picos, digamos que nuestras aficiones en la montaña son la fotografía y la pesca (habitualmente pesca sin muerte), y sobre todo disfrutar de la marcha, es decir, no salimos cuando llueve o amenaza tormenta, o simplemente si nos gustó el ibón por el que pasamos, decidimos que la ruta se acaba ahí y listo. Con esto intento que os hagais una idea de lo que es para nosotros disfrutar de la montaña. Hemos subido a un 3000, el Tempestades, porque estábamos con unos amigos que se estaban haciendo los tres miles de la zona y nos animaron y “nos subieron”, teóricamente era fácil, accesible desde el camping, sin necesidad de dormir por el camino y sin mucha zona de rapelar o similar, tengo que decir que yo tengo vértigo. Bueno, pues hecho, 6 horas para arriba y otras 6 para abajo (creo recordar), foto en cumbre, y nubes de evolución que no nos permitieron ni 2 horas arriba. Una experiencia más.
Eso si, como experiencia inolvidable, contaros que cuando decidimos ser “papás”, nos hicimos un gran viaje de “despedida de solteros” (bajo mi punto de vista es cuando realmente dejas de ser soltero). Nos recorrimos las Montañas Rocosas en Canadá durante un mes entero, con iglú de alta montaña y sacos buenos llevado desde aquí. Si no somos machacas en España, allí, donde las rutas “habituales” de las guías son de 3 días por la montaña donde se necesita brújula y donde dejas las cosas colgadas de un árbol para que no te las toquen los osos pues éramos simples “domingueros” J. Acabamos en Alaska viendo desovar a los salmones a medio metro y a los osos que están esperándolos para darse un banquete a la misma distancia.
No se cuando podremos quedar para darnos un paseo con todos vosotros pero todo llegará. Ni siquiera en Lastras fuimos a las hoces pues las carreras de sacos eran prioritarias -).
PDH, en Lastras estábamos al lado vuestro, quizás si te digo que mi media naranja fue el “primer polvorón” es decir, Owokadoy, ya nos identificarás mejor J.
Un saludo a todos.