Yo vengo a contar malas noticias
No recuerdo ya hace cuando le di al retrovisor del conductor al meter el coche en el garaje y lo astillé, lo he ido dejando y el viernes fui así. Lo vio nada más entrar y no dijo nada, pero la dio desfaborable

aunque es culpa mía, me supo bastante mal, por que si me avisa me voy, compro un espejo y vuelvo. Las peripecias empiezan ahí, con el ansia de volver el mismo día me fui a la Seat más cercana a ver si habìa suerte y lo tenían. Y sí, lo tenían ¡84 euros por el.espejito! Me negué y me fui buscando un desgúace, que no muy lejos hay bastantes. En el primero no había y en segjndo lo vendían entero, tsmbién por 80 euros, al menos entero, algo es algo, me sugiere comprar uno nuevo de segunda marca por 24 + iva. Pienso que es la mejor opción para no dar vueltas y le digo que sí, que lo pida. Ahí queda la cosa.
Pero luego, ya en frío pienso ¿y por qué narices he pedido yo el retrovisor en Naquera, teniendo 800 tiendas en Valencia?
Y no acaba aquí la movida, me llaman diciendo que ya lo tenían y el sábado a las 9:00 salgo p'allá, después de esperar cola, resulta que no es el mío

aquí ya por tonto, les he dicho que pidan el que es.
Y espera que al llegar a casa, "te lo dije, que el retrovisor así no la pasaba"
Hay cosas que se piensan mejor en frío.