todas son iguales de estrechas y de empinadas, con escaleras y te dejan en el
mismo sitio. Son calles bonitas con restaurantes, tiendas, balcones con ropa
tendida. Todas te llevan a la calle principal llamada “Placa” y toda la ciudad
antigua es peatonal, de piedra pulida con un color que se asemeja al mármol.
Toda la ciudad es un museo. Subimos a la muralla lo que permite una vistas de
la ciudad y las islas bastantes bonitas. Los tejados que estaban nuevos son los
dañados por los bombardeos de los servios que dejaron la ciudad casi en
ruinas en diciembre de 1991 y que Francia hizo el donativo para la
reconstrucción.
El día ha sido largo y hacemos el regreso al camping de noche.
Martes, 14 de agosto
Hoy no madrugamos. Pasamos la mañana en el camping. Rubén nos prepara
una barbacoa para comer “es un cocinillas”. Estamos prácticamente solos en el
camping. Por la tarde nos vamos a Dubrovnik, queremos verlo de noche. Es
bonito de noche. Tiene un ambiente increíble. Hay igual de gente que durante
el día, eso sí, sin mochilas y algo más arreglados. Cenamos en el Puerto, en un
restaurante que nos habían recomendado. A la vuelta el camping estaba a
tope.
Miércoles, 15 de agosto
Nos trasladamos a Zadar. Hasta Split el viaje no está mal. El paisaje precioso,
ya no nos impresionó tanto como a la ida. En Split esperábamos coger la
autopista pero no fuimos capaces, creemos que no la hay, aunque venga
señalizada en los mapas de carretera. Se hizo interminable, tardamos desde
Dubrovnik 8 horas.
El camping es de los que llamamos macrocamping, pero no tenemos ganas de
buscar otro y este tiene sombras y playa, así es que nos quedamos y da tiempo
