El día estaba nublado, cuando llegamos a la plaza Prešeren nos encontramos
que en una parte de la plaza estaba lloviendo. Debía ser habitual porque había
señales de “peligro lluvia” y te recomendaban usar paraguas. ¡Que fenómeno
más curioso! Seguimos nuestra visita a la ciudad, subimos al castillo, estuvimos
comiendo y de regreso al autobús volvimos a pasar por la Plaza de Prešeren y
seguía lloviendo. El día había despejado y ya se veía de donde procedía la
lluvia. En la oficina de Turismo nos dijeron de dónde procedía y al estar
despejado fue cuando lo vimos. Volvimos temprano al camping ya que
queríamos disfrutar de la espectacular piscina con jacussis, agua templada y
chorros de agua por todos los lados.
Lunes, 20 de agosto.
El día amanece nublado, nos preparamos con chubasqueros y paraguas y nos
vamos a Zagreb. Yo no lo tenía dentro de mi ruta turística de Croacia, pero
Rubén en una ocasión me dijo que no ir a la capital es como ir a España y no
visitar Madrid, así es que para allá que nos dirigimos.
Zagreb es una vieja ciudad que ofrece el encanto barroco de la Ciudad Alta, el
pintoresco mercado Dolac al aire libre que entusiasma por sus puestos de fruta
flores e incluso artesanía y la Ciudad Baja, rodeados de jardines y grandes
edificios públicos (El teatro Nacional, el Pabellón de las Artes, la Academia de
Ciencia y Artes, la Biblioteca Universitaria. Pasear por sus calles es un
recorrido único a través de la historia. También debe ser recorrido en tranvía,
pero no nos dio tiempo.
