En ruta hacia el lago Mascardi
Antes de llegar al cerro que truena hay que bordear el lago Mascardi, alimentado
por el río Manso que nace en el Tronador y va cambiando tonalidades en función
de los sedimentos que arrastra y que termina por deslumbrar en una paleta de
colores transparentes, azules, turquesa y verdes digna de ver y nada fácil para
expresar con palabras.