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Miércoles 31 de marzo de 2010 (Brest – Tregastel)
Contentos como niños con claraboya nueva nos vamos a buscar la
Costa de Granito Rosa, la población más cercana es Tregastel. Primero
pasamos sin saber muy bien por qué por Morlaix, bien ya que estamos
aquí nos quedamos a comer, vemos un restaurante italiano y sin pensarlo
para dentro, otra vez los tres solos, bueno y el cocinero y la camarera,
pedimos el plato del día yo sin entender muy bien que me van a colocar,
pero al final resulta que está buenísimo, no sé como se llaman esos
cacharritos de pasta unos rellenos de carne y otros de verdura, pero digo
rellenos, vamos que bien rellenos eso llena al más tragón y yo soy uno de
ellos. Muy bien por la comida.
Buscamos con impaciencia un camping, necesitamos ducha caliente
y abundante, esas dos cosas fundamentales, pero la cosa se pone jodida,
todos están cerrados hasta el día 1 de abril, por fin conseguimos hablar
por teléfono con uno abierto está a las afueras de Tregastel, en un lugar
paradisiaco al lado de la playa, fácil acceso, solo dos clientes, nosotros y
una camper alemana de matrícula. Las parcelas inmensas, a elegir, el
precio razonable y los servicios de vicio, la ducha puñetera porque es de
esas de pulsador, pero al final el ingenio y una marca redonda en la
espalda acusadora del delito cometido hacen que dejáramos (mi hija y yo)
los depósitos tiritando.
Luego por la mañana a la hora de llenar el depósito del agua limpia
nos tienen que abrir el grifo con una llavecita especial y nos cobran 2 € por
el llenado, seguro que en represalia por la ducha. Nos marchamos del
camping y preguntamos cómo visitar la “
Cote de graven ros
” espero
haberlo escrito bien, un paisano se alegra sobremanera de que seamos
españoles y hayamos llegado hasta allí en autocaravana, nos explica con
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