sé si sale del suelo cada cierto tiempo al igual que en Bordeaux la plaza
Miror de Eau, pero lo cierto es que hay infinidad de chiquillos en ropa
interior totalmente mojados y correteando por el suelo húmedo.
Berna, Bundestpalz Foto © Ana
Seguimos la ruta marcada en la guía que llevamos con nosotros y cuando
llegamos a la Catedral nos quedamos con la boca abierta, no es demasiado
grande, pero el pórtico principal es una joya, lleno de tallas policromadas
perfectamente conservadas, no he entrado a verla por dentro por una
simple razón, hay un mercadillo callejero cerca de la Puerta de los
Prisioneros, y se me ha ocurrido comprar queso suizo, tres trozos de clases
distintas, los llevo en la mochila y voy dejando un perfume tras de mí que me
impide por prudencia entrar en el Templo.