

Ruta de los cuentos de los hermanos Grimm |
64
Kassel
Siguiendo una corte franco, el landgrave Heinrich I declaró Kassel en 1277 como su residencia principal. En
los años posteriores dos de los Landgraves pasaron a la historia: el landgrave Carl de Hesse-Kassel, que
permitió en los siglos XVII y XVIII a hugonotes fugados de Francia, establecerse en la región, y el landgrave
Federico II de Hesse-Kassel, que entre 1776 y 1783, para mejorar su situación financiera, alquiló 19.000
soldados a su cuñado rey Jorge III de Inglaterra, para luchar en la Guerra de independencia de América del
Norte.
Con una interrupción de seis años, la ciudad fue capital del principado de Hesse (Kurhessen) desde 1803
hasta 1866, y después fue anexada a Prusia, por su guerra contra Prusia, perdida al lado de Austria. En
estos seis años (1807-1813) Kassel era la capital del nuevo creado Reino Westfalia bajo Jerôme Bonaparte,
un hermano de Napoleón I de Francia. Jerôme, un mariposón, y llamado por los ciudadanos König Lustig
(Rey alegre) debido a sus extravagantes fiestas, teniendo que huir a Francia en 1913 al finalizar la Batalla
de las Naciones (Völkerschlacht bei Leipzig) que Napoleón perdió. Finalmente el Reino Westfalia fue
disuelto por el Congreso de Viena (1814/1815).
En la Segunda Guerra Mundial a
consecuencia de los excesivos bombardeos
entre 1943 y 1945, en Kassel ya no existe un
casco
histórico,
con
excepción
del
ayuntamiento y los museos que fueron
reconstruidos.
Cada cinco años se celebra la DOCUMENTA
en la Sala de Documenta y en otros lugares
de la ciudad, atrayendo a los amantes del
arte contemporáneo de todo el mundo. Pero entre los años sin Documenta, son dignos de ver los museos
de la ciudad: el Fridericianum, un edificio neoclásico, en que se organizan exposiciones internacionales, la
Nueva Galería, el Hessische Landesmuseum y el Deutsches Tapetenmuseum, expone alfombras de los s.
XVIII y XIX.
El símbolo de la ciudad es la gigantesca estatua de Hércules que mira sobre Kassel desde lo alto del Parque
de Montaña (Bergpark) de Palacio Wilhelmshöhe trazado entre los siglos XVIII y XIX. Provisto de una
enorme fuente, la Grosse Fontäne,con una gran cantidad de cascadas y el castillo Löwenburg una ruina
artificial. El enorme palacio en estilo clasicismo, construido entre 1786 y 1798, ostenta un hermoso
interior, así como la Gemäldegalerie Alter Meister con colecciones de pintores flamencos, holandeses,
italianos y alemanes. Se exhiben obras de Frans Hals, Rubens, van Dyke, Rembrandt, Tizian, Tintoretto,
Durero, Cranach, Hans Baldung (Grien), y otros.
En 1871 el Palacio de Wilhelmshöhe fue domicilio del rey francés Napoleón III, quien los Prusianos
capturaron en Sedan y lo arrestaron aquí después de la Guerra Francia-prusiana (1870/1871). En los años
siguientes hasta 1918 fue residencia de verano del emperador Guillermo II de Alemania, que también fue
Rey de Prusia.