

Un baño, un paseo por el casco antiguo, algo de compra de embutido local, y al cabo.
La verdad que esperaba algo más del cabo. Lo mismo más acantilados, pero la verdad que bonito sí
que es, especialmente por la ausencia de la vegetación por lo vientos continuos de la zona.
Comemos embutido en el cabo, y luego de vuelta al camping volvemos a comprar para comer.
Comer dos veces es veces la verdad que lo hicimos demasiadas veces en el viaje.