El usuario final es una víctima de todo ese engaño nada más adquirir su caravana, y sin intención agravamos el problema en cuanto ponemos en el armario la ropa que llevaremos de vacaciones, cargamos el menaje que usaremos o las sillas plegables y ligeras en las que nos sentaremos.
Estoy convencido que a los únicos que damos nuevas y buenas ideas, es a los usuarios que aterrizan en este mundo sin conocerlo, para que sean conscientes de qué es lo que pueden llevar sin jugarse el tipo, que es lo que importa.
Hay quien afirma que al decir esto pongo en duda la honestidad o seriedad de los fabricantes y de los propios organismos oficiales que tienen responsabilidad sobre el asunto. Al respecto quiero dejar claro que yo no pongo en duda esa honestidad o seriedad, es más sencillo, estoy totalmente convencido de que tales virtudes en este asunto concreto no existen.