A nosotros nos gustó mucho pero, íbamos en tienda. Asi que pudimos estar según entras a la derecha en un encinar. También fuimos a ver las parcelas de cesped y nos decidimos al final por el otro lado. Para mi gusto fue acertadísima la decisión porque las parcelas de césped se pusieron hasta las orejas y al no tener setos delimitándolas nos dio la impresión de " mercadillo" cuando paseamos por allí dos dias después. ( Fue en Semana Santa, llegamos el miércoles y había muy poquita gente). Eso si, grandes.
Bar muy bien, tirolinas muy bien. Servicio en general también. Un sitio bonito.
No me pareció mucha cuesta la entrada pero, jejejeje, ibamos sin remolque, claro. Sólo coche.