Cocodrilo feliz
hablador
Poco o casi nada se dice de los que incitaron a los ciudadanos a ocupar los colegios, que fueron, al final, los que se llevaron los palos. ¿Dónde estaban Puigdemont, Junqueras, Romeva, Forcarell... el de Ómnium y el otro de la otra asociación cuando sabían y tenían perfectamente calculado que el desalojo de los colegios acarrearía incidentes? Su obligación moral y política era estar cada uno de ellos en el colegio que le correspondía a las nueve de la mañana, y si se producían cargas policiales, estar entre los ciudadanos haciendo resistencia pasiva. ¿Tienen hijos? ¿Estuvieron toda la noche desde el viernes con sus hijos en los colegios montando fiestas del pijama o de las estrellas? ¿Por qué los ciudadanos de buena fe, sí, y ellos no?
Claro que todas estas preguntas son ociosas... no proceden, porque la política es otra cosa. La política, ahora y desde hace unos meses, la determina la CUP. En el pecado llevan la penitencia, y la vergüenza del fracaso de la convivencia. Y en la Moncloa lo mismo.
¡Tropa del carallo!
Claro que todas estas preguntas son ociosas... no proceden, porque la política es otra cosa. La política, ahora y desde hace unos meses, la determina la CUP. En el pecado llevan la penitencia, y la vergüenza del fracaso de la convivencia. Y en la Moncloa lo mismo.
¡Tropa del carallo!