Un recorrido por la memoria

Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 103 Le Mont des Arts Este barrio que domina la ciudad baja fue creado por Leopoldo II con la intención de concentrar en él una de las mejores colecciones artísticas del mundo. A los distintos palacios ya existentes se sumaron varias construcciones que, en el s. XIX, sustituyeron a las del barrio de St-Roch, declarado insalubre. Aquí se encuentran los mejores museos de la capital (Museos Reales de Bellas Artes: Museo de Arte Antiguo y Museo de Arte Moderno) y algunos centros imprescindibles de la vida cultural de Bruselas. Además, si sube al Coudenberg disfrutará de excelentes vistas. Grand-Place de Bruselas La Grande-Place, "maravilla" según Victor Hugo o "rico teatro" en palabras se Jean Cocteau, es única en el mundo. Esta plaza, impresionante por su extraordinaria belleza, constituye el centro de Bruselas y está siempre muy concurrida por visitantes de todo el mundo. Desde 1998 forma parte del Patrimonio mundial de la Unesco. Aunque la Grand-Place es hermosa a cualquier hora, es preferible descubrirla una mañana de verano, cuando el sol acaricia suavemente los adoquines, las terrazas, los escaparates y las fachadas o a la caída de la tarde, cuando el brillo de la luz sobre los dorados que la decoran la tiñen de un halo irreal. Cada dos años, durante unos días del mes de agosto, los adoquines desaparecen para cubrirse con una alfombra de flores. En Navidad se planta un gigantesco abeto en la plaza y ésta se convierte además en improvisado escenario de un belén viviente. Ha sido desde siempre el centro de Bruselas, sede de las asambleas políticas, lugar de proclamación de las ordenanzas policiales, escenario de revueltas, acciones de la justicia y fiestas públicas. Aquí tuvieron su sede numerosas corporaciones que construyeron casas cada vez más hermosas y cuyas extraordinarias fachadas podemos admirar hoy: casas de los panaderos, ebanistas y toneleros, arqueros, barqueros, merceros, carniceros, cerveceros, sastres, pintores, etc. Le Sablon Este barrio de pasado nobiliario, estrechamente ligado a la historia de la iglesia de la Guilde des Arbalétriers, presentaba un aspecto popular a principios del s. XX. Desde hace varios decenios sus establecimientos se han convertido en tiendas de anticuarios y galerías de arte. Ahora es un elegante barrio, con un ambiente único que se ve reforzado por las magníficas vidrieras iluminadas de la iglesia de Notre-Dame-du-Sablon. Para los que quieren ver y ser vistos.

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