Un recorrido por la memoria

Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 177 En palabras del poeta John Masefield: La mano del tiempo descansó sobre la marca de la media hora, y a lo largo de toda la vieja línea del frente de los ingleses vino un silbido y un llanto. Los hombres de la primera oleada escalaron los parapetos, en tumulto, oscuridad, la presencia de la muerte, y habiéndose hecho con todas las cosas agradables, avanzaron sobre la tierra de nadie para comenzar la Batalla del Somme. The Old Front Line, 1917 La infantería iba cargada con 32 kg de equipo y se la había instruido para que formara en filas uniformes y avanzara a velocidad de paso. En otros casos, las unidades se habían adentrado en la tierra de nadie con la intención de tomar las trincheras alemanas tan pronto como cesara la caída de proyectiles. A pesar del bombardeo masivo, muchos de los defensores alemanes habían sobrevivido en los refugios más protegidos y estaban en perfectas condiciones de infligir un daño considerable a la vulnerable infantería de los asaltantes. Al norte de la calzada que unía Albert con Bapaume, el avance fue un completo fracaso desde el mismo comienzo. En unos pocos lugares los atacantes consiguieron penetrar en la primera línea de trincheras del frente alemán e incluso en la segunda de apoyo, pero en todos los casos su número era demasiado bajo como para resistir los contraataques. En cuanto los alemanes abrieron fuego sobre la tierra de nadie, tanto la llegada de refuerzos como el movimiento de información sobre el campo de batalla se convirtieron en misiones imposibles. Esto último se veía agravado porque las comunicaciones eran del todo inadecuadas para un campo de batalla de este tipo, por lo que los oficiales desconocían prácticamente todo lo relacionado con el progreso de la batalla. Un informe erróneo que aseguraba que la 29ª División había tenido éxito en BeaumontHamel provocó que se ordenara marchar en su apoyo a la brigada de reserva, que en este caso era el I Regimiento de Terranova. Éste fue incapaz de alcanzar la primera línea de trincheras, por lo que avanzó desde la trinchera de reserva y fue destrozado con suma facilidad antes de que cruzara la línea de frente. Las bajas ascendieron al 91%, lo que le convirtió en el segundo batallón más dañado en el transcurso del día. El avance británico sobre la carretera de Albert-Bapaume fue igualmente fallido, a pesar de la detonación de dos galerías en Ovillers-la-Boisselle. Otra acción con resultado trágico fue la de la Brigada Irlandesa de Tyneside, perteneciente a la 34ª División Británica, que comenzó su avance a 1,5 km de las líneas alemanas de forma perfectamente visible para las ametralladoras de los defensores, lo que le valió ser destruida antes incluso de alcanzar la propia primera línea británica. Al sur de la carretera, en cambio, los franceses y británicos consiguieron grandes éxitos gracias a que en este lado las defensas alemanas eran relativamente débiles y la art illería francesa contaba con muchos más efectivos y experiencia que la británica. Se lograron todos los objetivos del primer día situados entre Montauban y el Somme y al sur del río incluso se consiguió avanzar más de lo inicialmente previsto.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTMxMjYy