Un recorrido por la memoria

Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 178 Algunas divisiones británicas también fueron capaces de alcanzar ciertos éxitos, según relata el historiador Martin Middlebrook: Se ordenó a los batallones de vanguardia (de la 36ª División del Ulster) que salieran del bosque a las 7.30 de la mañana y se desplegaran junto a las trincheras alemanas... A la hora cero cesó el bombardeo británico. Las cornetas tocaron "Avance". Saltaron los del Ulster y, sin la formación en filas adoptada por otras divisiones, se abalanzaron sobre la línea de frente alemana... Mediante una combinación de tácticas sensatas y velocidad irlandesa, (...) la captura de una larga sección de la primera línea alemana se había conseguido. En Gommecourt... Atacando desde el sur, la 56ª División (de Londres) había funcionado de forma brillante. Haciendo uso de la nueva trinchera que habían cavado en la tierra de nadie y de una cortina de humo, cuatro batallones habían conquistado por completo el sistema de líneas de frente alemán. The First Day on the Somme, Middlebrook, 1971 Sin embargo, el primer día en el Somme fue en general un fracaso para las fuerzas atacantes. En menos de 24 horas murieron 19.240 soldados británicos, 35.493 resultaron heridos, 2.152 desaparecieron y 585 fueron hechos prisioneros de un total de 57.470 hombres. Las bajas iniciales fueron especialmente altas entre los oficiales, debido a que aún vestían unos uniformes muy diferentes de los de los militares de menor rango en cuyo reconocimiento se había entrenado especialmente a los soldados alemanes. Por otra parte, es difícil establecer una cifra exacta de bajas alemanas correspondientes al 1 de julio, dado que los alemanes sólo realizaban recuentos cada 10 días. Se estima que pudieron ser unas 8.000 en la línea de avance británica, 2.200 de las cuales correspondientes a prisioneros de guerra. La mayor diferencia de bajas entre uno y otro bando se produjo en Ovillers, donde los británicos sufrieron 5.121 frente a las 280 del 180º Regimiento Alemán; una relación de 18 a 1. CONSECUENCIAS DEL PRIMER DÍA A las 22:00 horas, el comandante del IV Ejército Británico, Teniente-General Henry S. Rawlinson, ordenó que se reanudaran los combates. Debido a la confusión generalizada y las pobres comunicaciones, los mandos británicos tardaron algunos días en darse cuenta de la escala del desastre. Haig ordenó entonces al también Teniente-General Hubert Gough que tomara el mando sobre el sector norte, mientras el IV Ejército hacía lo propio con el sur. Gough, sin embargo, se dio cuenta del catastrófico estado de las tropas y rechazó la idea de reanudar inmediatamente las operaciones ofensivas, que no volverían a ponerse en marcha hasta el 3 de julio. Los mandos británicos ignoraban igualmente las oportunidades que se les brindaban al sur de la carretera de Albert-Bapaume, donde habían conseguido algunos éxitos parciales. Actualmente se sabe que entonces había quedado abierto un agujero considerable en las defensas alemanas desplegadas entre Ovillers (situada junto a la carretera) y Longueval. El 3 de julio, una patrulla de reconocimiento perteneciente a la 18ª División Oriental Británica incluso se adentró cerca de 3 km en territorio ocupado sin encontrar una resistencia real por parte de los alemanes. Sin embargo, la oportunidad se perdió por la falta de recursos

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