Viaje por Alsacia y ruta romantica

134 Por un momento, dejamos el pasado y nos adentramos en el presente, y éste es subir a ver Neuschwanstein. Tras un cuarto de hora de espera, nos recoge el autobús y lentamente subimos por las escarpadas y sinuosas curvas de la carretera de acceso al castillo; nos percatamos de que las vistas son fantásticas y una vez arriba todas nuestras expectativas se ven superadas. El sitio es absolutamente espectacular, no se puede definir de otra forma. Es una perfección caprichosa situada en un lugar de construcción entre montañas y lagos, que ofrece maravillosas vistas de los Alpes. El entorno del castillo es literalmente mágico. Si algo hay que reconocer a Luís II es su excelente gusto por unir el increíble edificio con un entorno natural tan sobrecogedor. Un paisaje lleno de montañas, el magnífico lago del cisne e incluso la bella cascada del río Pöllat a la que daba su propia habitación. Además el Schwansee, está preparado como lago de recreo con barcas para relajarse dando un agradable paseo. Toda una maravillosa locura en medio de un enclave de postal. (El mágico enclave de postal de los Castillos de Hohenschwangau y Neuschwanstein) Al llegar al Marienbrüke (Puente de María, construido por la empresa MAN por encargo de la familia real en honor a la princesa prusiana, madre del rey) contemplamos atónitos que el rastro de Cascorro un domingo a las 12:00h está semi-vacío en comparación con lo que aquí vemos. No menos de 60 ó 70 personas se agolpan en los pocos metros de longitud de este puente. Debo decir que si no fuese porque el puentecito lleva aquí más años que el propio castillo, el que escribe no se fiaría lo más mínimo de la resistencia del mismo. Da miedo ver la ingente cantidad de turistas que se apelotonan en busca de una fotografía del famoso castillo. Una vez despejada un poco la zona, entramos al Marienbrüke. Es uno de los pocos lugares desde donde se puede contemplar la vista completa del castillo, por ello desde aquí se hacen las mejores fotos. Por este puente se puede continuar el camino a la cima del monte Tegelberg desde donde se tienen las mejores vistas del castillo (y las más famosas), aunque la caminata dura unas tres horas y no es nada recomendable si no se conoce la zona y si no se está en plena forma para subir cerros, y para ser sincero, desde aquí no se ve nada mal. Si se mira hacia abajo, las vistas de las cascadas

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