Viaje por Alsacia y ruta romantica

35 Eguisheim La lluvia nos acompaña durante los 168 Km que separan Besançon de Eguisheim. Rodando a un ritmo tranquilo conseguimos llegar a la hora del almuerzo. Bordeamos el pueblo por la Rue du Traminer hasta llegar a la Place De Gaulle. Allí hay señales informativas que indican claramente que a menos de 200 metros cuesta arriba, está el Camping Municipal. A la Rue du Bassin, que es adonde se encuentra el mismo, llegamos a las 14:30h. El camping está bastante ocupado, pero afortunadamente encontramos un buen lugar en la parte alta. Parcela llana y con hierba y justo enfrente de las duchas y los sanitarios. A nuestro lado, una Pilote con matrícula española. Sus cuatro ocupantes, dos matrimonios catalanes, ya están comiendo. Hora es. Antes de empezar nosotros, hacemos las rutinarias labores de carga y descarga de aguas ya que en Besançon no lo pudimos hacer. La zona de servicios para autocaravanas (aguas grises, WC químico y aguas limpias) está al final de la calle. La comida consiste en un plato de tallarines a la carbonara acompañado por una pequeña ensalada. Melón de postre y café con unas galletas del Mont Saint Michel que nos había traído nuestro paisano Cuchi de su viaje el pasado mes de julio, hacen el resto. Desde el Camping Municipal no hay más de 5 minutos andando hasta la Grand Rue, calle que cruza de este a oeste esta pequeña aldea edificada en tres círculos concéntricos de casas/murallas en torno a los escasos restos de un castillo del siglo VIII. La disposición circular de las propias viviendas servía de defensa ante los ataques enemigos; hacían de muralla. Las empedradas calles y la estrechez de las mismas debían ser una auténtica tortura para los invasores que osaran pisar por aquí. En los planos que proporciona gratuitamente la Oficina de Información y Turismo, se puede apreciar perfectamente el curioso diseño medieval de la villa. El centro neurálgico de Eguisheim es la Place du Chateau (Plaza del Castillo), donde se sitúa orgullosa la fuente del Papa San León IX, hijo del conde de la Alsacia Hugo de Eguisheim. San León IX nació aquí en 1002 y con 47 años ya era Papa. Por lo visto fue un Papa reformista, viajero y conciliador, lo cual le dio buena fama en su época. Eso sí, duró poco, sólo seis años. Eguisheim le rinde homenaje en un lugar especialmente bonito. En su honor, también se levantó en la parte alta de la ruinas del Castillo, una pequeña iglesia con una bonita decoración. Os recomendamos la vista de la Place du Chateau que hay desde la muralla (deberéis pisar el césped si la queréis ver de forma inmejorable, no os cortéis). (Eguisheim. Place du Chateau)

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