Rumbo a Turquía

Maria Teresa entró en una peluquería para teñirse; yo me hago las manos; jamás de los jamases me han hecho unas manos tan perfectas sólo con unas tijerillas y me cobraron al cambio 1 euro. Me gustan los rumanos; son amables, serviciales y su lengua de raíz latina tiene muchas palabras y frases que guardan connotaciones con nuestro castellano. DIA 29 En el camping hemos pagado unos 20 euros; nos dirigimos a Bulgaria por la frontera Giorgiu /Ruse, gastamos la monedas que nos quedan en un súper ya que al regresar no nos valdrán por el cambio. Nos han estafado 20 euros, algo similar a lo que ocurría hace unos años en Marruecos. Los 20 euros han sido una estafa de la policía rumana. Le han dicho a Enrique que era por atravesar el pueblo y el muy tonto no ha pedido recibo; ya nos comentarían más tarde que lo suelen hacer de forma habitual. Ha sido todo un reto, porque al salir del supermercado José se ha dirigido a la frontera por el río y un individuo le ha dicho que él le acompañaría al lugar del puente (unos 2 Km. más o menos). Nos extraña que se subiera en la Ac pero continuamos detrás de ellos y Enrique se da cuenta de que algo pasa, se baja y se acerca y el individuo le está diciendo a José que le pague por acompañarlo. José cree que lo tiene que hacer pero Enrique acostumbrado al chipichangueo de Maruecos, conmina al individuo a que se baje, éste no quiere hacerlo y Enrique con su tercera edad a cuestas lo coge del pecho y lo baja a empellones; el otro le dice que es policía y Enrique le dice que se lo demuestre, que vayan al puesto de policía próximo de la frontera y aclaren el asunto; por supuesto dice que no y se queda amenazándonos y despotricando. Regla básica: siempre llevamos los seguros de las puertas bajados y no dejamos que se suba nadie, consejo que le damos a José.

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