Rumbo a Turquía

por las duchas; me acompañan a un sitio que es una ducha, rodeada de plásticos; hace el apaño pero de los servicios mejor ni hablar. Llega el chipichanga de turno que nos quiere cobrar 20 euros; esgrimo mis dotes de chipichanga aprendidos en Marruecos y al final nos quedamos por 5 euros. Los alicantinos quieren bañarse pero el mar esta sucísimo y lleno de algas. DIA 11 Estambul ¡POR FIN! Hemos pagado el peaje y hemos preguntado la dirección del aeropuerto pues tenia conocimiento de que allí estaban todos los camping; hemos encontrado uno que se llamaba Konya, muy grande y las instalaciones de lo peor; después de hacer la colada y comer hemos emprendido rumbo a la aventura de la pasión turca; hemos bajado en un autobús hasta los topes con un calor de muerte pero hemos visto las murallas y el Bósforo y la mezquita azul. Por el recorrido que llevaba el autobús, con el entusiasmo, hemos ido al final de la línea y se veía a lo lejos Santa Sofía. Hemos contactado con unas jóvenes que muy amablemente nos han llevado a un cambista de confianza y querían acompañarnos pero declinamos la invitación; en un taxi, donde nos hemos jugado el tipo, llegamos al gran bazar y lo recorremos enterito; me ha decepcionado, tal vez por nuestras connotaciones con el mundo islámico; muy limpio y con varias fuentes pero el Islam surge por todas partes y nosotros estamos demasiado acostumbrados a este mundo religioso; perfecto, pero me ha decepcionado; volveré mañana por si descubro algo que me apasione. Los alrededores son como bazares de tiendas y más tiendas con regateo característico, bullicio, etc. para nosotros nada nuevo. Llegamos andando a la Mezquita Azul al atardecer y solo al ver el obelisco mi piel se ha erizado; una vez en el patio, he procurado quedarme sola en un rincón para ver con mis ojos y no con las impresiones o comentarios de nadie. Después de mucho rato con la luz haciendo brillar la

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