palambre
locuaz
informacion interesante para los que viajen a francia
sacada de la página:
http://motor.terra.es/motor/articulo/html/mot18831.htm
Los radares automáticos
El pasado mes de noviembre se pusieron en funcionamiento los radares automáticos en Francia. Son una especie de cámaras-espía que graban cualquier exceso y –lo que es más novedoso- comprueban la matrícula y mandan la sanción al infractor. Los franceses, antes de que aparquen en casa, pueden tener la multa en el buzón. Da igual quién condujera el coche, la multa llega a su dueño y éste, según aseguran, ya se encargará la próxima vez de mirar a quién presta su vehículo.
No sólo controlan la velocidad, también regulan si es correcta la distancia de seguridad entre los coches. Además, los baremos no son siempre los mismos: el límite de velocidad en autopista en Francia es 130 km/h, pero, cuando las condiciones meteorológicas son adversas, el aparato entiende que los conductores deben ir más despacio.
DESTACAMOS
El conductor no puede reclamar hasta que no ha pagado la multa.
Su celo es increíble: con sólo superar en cinco kilómetros el límite, ya se detecta la infracción. En su primer mes de funcionamiento, pusieron 50.000 multas. Incluso el propio ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, fue “cazado” por uno de estos aparatos. En el túnel de La Défense (una de las entradas a París) se llegaron a poner tantas sanciones que el Gobierno decidió incrementar en 20 km/h el límite permitido.
Ahora, ya no hay tantas multas. Los franceses saben perfectamente dónde se encuentran la mayoría de estos radares. Existen webs que explican su ubicación exacta y los periódicos publican semanalmente un listado completo. Sin embargo, su objetivo está conseguido: nuestros vecinos han levantado el pie del acelerador.
Francia cuenta con 70 de estos radares. Se instalarán 900 más durante este año, también los llevarán los coches policiales camuflados y se estudia que se coloquen en los autobuses para que controlen los vehículos aparcados en doble fila.
De momento, no pueden poner multas automáticas a los extranjeros. El sistema no tiene datos cruzados con los organismos de Tráfico de todos los países. Sin embargo, los españoles no pueden bajar la guardia: uno de los trayectos con más radares une la frontera de Irún y París. Además, las multas les llegarán por la vía convencional.
sacada de la página:
http://motor.terra.es/motor/articulo/html/mot18831.htm
Los radares automáticos
El pasado mes de noviembre se pusieron en funcionamiento los radares automáticos en Francia. Son una especie de cámaras-espía que graban cualquier exceso y –lo que es más novedoso- comprueban la matrícula y mandan la sanción al infractor. Los franceses, antes de que aparquen en casa, pueden tener la multa en el buzón. Da igual quién condujera el coche, la multa llega a su dueño y éste, según aseguran, ya se encargará la próxima vez de mirar a quién presta su vehículo.
No sólo controlan la velocidad, también regulan si es correcta la distancia de seguridad entre los coches. Además, los baremos no son siempre los mismos: el límite de velocidad en autopista en Francia es 130 km/h, pero, cuando las condiciones meteorológicas son adversas, el aparato entiende que los conductores deben ir más despacio.
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El conductor no puede reclamar hasta que no ha pagado la multa.
Su celo es increíble: con sólo superar en cinco kilómetros el límite, ya se detecta la infracción. En su primer mes de funcionamiento, pusieron 50.000 multas. Incluso el propio ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, fue “cazado” por uno de estos aparatos. En el túnel de La Défense (una de las entradas a París) se llegaron a poner tantas sanciones que el Gobierno decidió incrementar en 20 km/h el límite permitido.
Ahora, ya no hay tantas multas. Los franceses saben perfectamente dónde se encuentran la mayoría de estos radares. Existen webs que explican su ubicación exacta y los periódicos publican semanalmente un listado completo. Sin embargo, su objetivo está conseguido: nuestros vecinos han levantado el pie del acelerador.
Francia cuenta con 70 de estos radares. Se instalarán 900 más durante este año, también los llevarán los coches policiales camuflados y se estudia que se coloquen en los autobuses para que controlen los vehículos aparcados en doble fila.
De momento, no pueden poner multas automáticas a los extranjeros. El sistema no tiene datos cruzados con los organismos de Tráfico de todos los países. Sin embargo, los españoles no pueden bajar la guardia: uno de los trayectos con más radares une la frontera de Irún y París. Además, las multas les llegarán por la vía convencional.