Habéis estado hablando de los atragantamientos, nosotros con cuatro solo tuvimos sustos con el chico, una vez con un caramelo, no había manera de que lo expulsara, el crio estaba todo morado y salimos de casa corriendo para coger el coche, Toni lo llevaba de los pies y al correr expulso el caramelo, tenia dos años y meses yo esperaba a la Pequeña, y estuve varios días sin sentirla del susto que me lleve, fui al medico y todo porque estaba intranquila por la pequeña, esto fue en febrero, pues el caramelo era de miel, de los que se hacen en Valls para la cuaresma, en Abril, nacido Raquel, y en septiembre del mismo año un domingo mirando la televisión verano azul, el padre con Eva y Valeri, mientras las dos pequeñas dormían y yo fregaba los platos, vino el niño a la cocina llorando que se había tragado un céntimo, pues a todo le llamaba céntimo, a su padre se le cayo monedas del bolsillo y el cogió una y se la trago, no sabíamos que moneda era, como el crio era muy aprensivo yo le hice ver que ya la había sacado, pero seguía llorando que le dolía el cuello, era un crio que comía muy bien, no quiso cenar, yo ya había llamado al doctor, y me dijo que no sufriera que ya la haría que le diera jarabe de poma y si le podía hacer comer espárragos mejor que mejor, al día siguiente seguía sin querer comer, no se que fue lo que me alumbro, ni que santo, pero yo que soy muy terca cuando no quieren comer y les suelo hacer todo para que coman, a el gracias a Dios no le obligue, le lleve al pediatra, y me dijo lo mismo que el medico de cabecera que fue a quien llame el día antes, que todo va a parar al estomago y luego se evacua, pero el niño seguía sin comer y cuando quería comer algo llorando que le dolía el cuello, todos los día llamando al pediatra y llevándole, hasta que el cuarto día le dije, no se lo que tiene, pero el niño no esta normal, el es muy comilón y le hago todo lo que le gusta, y cuando intenta comer no traga, me dijo que lo que tenia es que al ser niño solo entre tres niñas era muy consentido y quinas sentía celos de la pequeña, a lo que le conteste que yo no era medico, pero el niño desde el domingo no era el mismo, y si le llegaba a pasar algo, que no quería ni pensar de lo que seria capaz, y en vista de que estaba tan preocupada le receto una papilla para ver si tenia alguna herida en el esófago, pero que el creía que no, pues en su larga vida de pediatra había visto miles de casos de niños que se tragan de todo hasta llaves de armarios roperos, puertas de coches de juguetes, botones de abrigos, y todo lo expulsan con las cacas, Toni lo llevo al medico para que le dieran la papilla y lo miraran por radios X, menos mal que la enfermera que había era mayor y con experiencia, y le dijo que darle una papilla a un niño de tres años era una locura, que para ella era mejor de momento hacerle una exploración por rayos X a ver si se veía algo, Toni le dijo que le hiciese la exploración, y cual fue la sorpresa que se llevaron que el crio tenia una moneda vertical en el esófago, de ahí que no quisiera comer no podía tragar, aquella misma tarde tuvimos visita con cinco médicos de Tarragona, todos dijeron que tenían que abrir por el cuello para poder extraerse la, que lo raro es que durmiendo o comiendo no se hubiera ahogado, yo me opuse a que le intervinieran, le dije al pediatra que se moviera y llamara a todos sus colegas pero en el último de los casos intervenirle, me dijo que solo había un doctor que lo podía hacer pero que solía hacer conferencia por el extranjero, que le llamaría, le llamo y por suerte estaba en Madrid en una conferencia, siempre me acordare de su nombre el Profesor Treserres, cuando le contó el caso dijo que a la mañana siguiente nos esperaba en la Teknon de Barcelona y ahí fue donde le saco la moneda que en la radiografía parecía muy grande pero era una peseta rubia, suerte a la suerte, y a mi que nunca le obligue a tragar y cuando lloraba de noche me levantaba y le cogía en brazos por cansada que estuviera, y todos los día que tuvo la peseta dentro le hacia tomar leche con una caña poquito a poco, lo que evito que le hiciera herida en el esófago, de esto hace treinta años, las manos del doctor nos costo 30.000 pesetas y ademas el quirofano, anestesista, e ingreso, aparte, pero a Dios gracias y a mi tozudez no le tuvimos que abrir, yo soy partidaria que a los niños tiempo les queda para comer cosas como frutos secos, manzana a trocitos y otras muchas cosas que yo a mis nietos no les he dado, por miedo a que les pasara algo, todo a su debido tiempo, es como quitarles los chupetes porque ya tienen dos años, yo no he visto nunca por la calle a nadie mayor que lleve un chupete al cuello ni en la mano. En fin, que no por mucho madrugar amanece más temprano.