La norma no es nueva. Estuve hace un mes en Andorra. Pernocté en el parking del River (prohibido, pero hacen la vista gorda). Estaba al 50% de ocupación de autocaravanas, pese a las señales que indican que a las 21:00 hay que marcharse.
Creo que el problema es el exactamente el mismo que tienen en todas partes: masificación. El exceso de gente empeora la experiencia de todos y lo que temen es que aquellos turistas con mayor poder adquisitivo huyan a destinos menos masificados.
Las AC tienen un problema de percepción. Proyectan una imagen de "aprovechados", de "jetas", de gente que disfruta como los demás pero gastando menos dinero. Y no me vengáis con que yo gasto tanto, la AC vale un pastón, y bla, bla, bla... !Estoy diciendo la imagen que proyectan¡ Lo que la "gente" percibe (si, erróneamente, pero en el ideario de la gente, es como digo). En un mundo donde todo cuesta, al que paga y paga caro, le molesta ver que todo está lleno de gente y hay muchos a los que sale mucho más barato estar allí. De ahí que las AC sean el blanco frecuente de estas políticas. Además, en río revuelto del turista de AC, cada día hay más chabolismo rodante. Personajes con trastos destartalados que se aposentan durante largas temporadas en el mismo lugar y a los que es fácil imputar conductas higienicamente reprobables... Y al final entramos todos en el mismo saco.
Desde el punto de vista de la planificación turística hace dos décadas todo era mucho más fácil: sabías las plazas hoteleras que tenías y esos eran los turistas que ibas a recibir. Tenías a tus residentes, en sus casas. Tenías a los residentes temporales -trabajadores fundamentalmente- , en apartamentos y todo estaba mejor "gestionado" porque se gestionaba solo. Ahora no. Ahora tienes las plazas hoteleras, para la estancias cortas y con cierto poder adquisitivo, pero tienes los apartamentos turísticos (generalmente sobreocupados) que desplazan y hacer subir el precio a pagar a los residentes temporales (trabajadores que deben dar servicios a los turistas) y tienes cada vez más AC y similares, que en el caso de Andorra son numerosísimas, que también aportan turistas. Todo esto genera descontento en el turista de mucho poder adquisitivo por la mala experiencia: colas, atascos, mal servicio, pistas sobreocupadas, etc, etc... Descontento en el residente por exceso de colas, aumento de precios, etc... Descontento en el trabajador por los precios de la vivienda y visto lo visto, los únicos que no se quejaban eran los usuarios de las AC que se iban adaptando "a lo que hay" . Así que han decidido poner fin y que estos últimos, !también se quejen!